Al árbol de victoria está fijada

 

Cristobal de Villarroel

 

 

Al árbol de victoria está fijada ,
el arpa de David, que no de Apolo,
resonando del uno al otro polo,
con tres clavijas de dolor templada.


Haciendo estaba música acordada
de siete voces que las canta él solo,
y oyéndolas Neptuno, el Fuego, Eolo,
y la Tierra tembló de alborotada.


El lamentabla acento llegó al cielo,
y dónde no se vio dolor ni llanto,
Señales vimos de tristeza y duelo.


Oyó una virgen el lloroso canto,
que es madre del dolor y del consuelo,
y en lágrimas bañó su rostro santo.