Tu legado

 

Emma-Margarita R.A. -Valdés

 

 

Velas, María,
vas del rojo al azul,
cruzas las sombras
como un hilo de tul.
Las maravillas
han dejado su huella
en tus orillas.

Por tus pestañas
resbala el sentimiento
hacia el regazo
cuna de advenimiento.
Agua de vida,
rocío esperanzado
de otra venida.

Vives muriendo
mecida por la brisa
del hijo ausente
que tu alma irisa.
Rumor de cielo
agita en tus raíces
ansias de vuelo.

Tú manifiestas
a Juan, el más querido,
y a los apóstoles,
prodigios que has vivido.
Con sus palabras
y sus grandes milagros,
su valle labras.

Lo que conserva
tu ardiente corazón,
se hace Evangelio
en tu última misión.
Mucho has guardado
y este fiel testimonio
es tu legado.

Sus seguidores
escuchan tu opinión
y están unidos
contigo en oración.
Eres la esposa
del Espíritu Santo
que en ti reposa.

Sereno asilo
de los desamparados,
en ti confían
pobres y marginados.
Madre amantísima,
distribuyes las gracias
generosísima.

Hija de Dios,
has sido la elegida
sobre la tierra
que en ti fue redimida.
La Trinidad
exculpa a los mortales
por tu bondad.