A la Virgen

 

José María Zandueta Munárriz

 

(Soneto carmelitano)
Oh,María, mi reina del Carmelo,
hoy, en tu Sabatina, emocionado,
tu maternal cariño he mendigado
con devoción, amor y santo anhelo.

Sólo tu escapulario es mi consuelo.
Con él al pecho, voy condecorado
y aguardaré la muerte de buen grado,
con la esperanza de alcanzar el Cielo.

Virgen del Carmen, mi gentil Señora,
llévame de la mano, como a un niño,
hasta el sagrado umbral de tu Santuario.

Oh, Madre mía, celestial tutora,
muéstrame tu adopción y tu cariño
y envuélveme en tu santo escapulario.