Aquí estoy Señora Mía 

        María Velázquez Dorantes        

     

He vuelto madre…y aquí estoy con mis debilidades, con mis defectos, con angustias aquellas que rebotan en los tormentos del alma, y he vuelto frágil, sin fuerzas para este abatimiento en el que me encuentro sumergida…y me preguntó: ¿qué he hecho de mi vida?

Hacia dónde me conducen mis temores, mis grandes miedos en los que me pierdo, sin saber dónde esta el camino que me fortalece, aquél donde te encuentras tú Señora mía…  

Aquí estoy en medio de la tribulación rogando me mires y  se alces como a un bebé en medio de la bella seda de tú manto sagrado.  

Aquí estoy Señora mía para que me mimes, me consientas y me digas que no estoy sola, que a pesar de mis miedos tú no me has dejado…que ha sido el humano quien te ha abandonado.  

Aquí estoy Señora mía no para hacerme fama, sino para sentir tú amor incondicional, la fidelidad de tú hijo, la bendición del Padre y el Consuelo del Espíritu Santo.  

Tú eres mujer Señora mía, y sé que me entiendes, sé que me has escuchado cada noche implorando estar bien. Se que has atendido a mis plegarias y no me has dejado abatida en la inmensidad de está soledad…  

Aquí estoy Señora mía,  inyéctame alegría, inyéctame de tú paz, no permitas que me escurra como el agua entre el fango, haz que vuelva a tener tranquilidad…  

Señora mía aquí estoy de rodillas exclamando:¡te necesito querida mamá!