Villancico de los hijos de María

 

San Luis María Grignion de Montfort

 

 

¡Oh hijos de María! Bendecid al Señor
por la gracia y dulzura que en Ella derramó:
María ha dado a luz al Señor soberano.
A visitar corramos y a dar gloria y honor
a tan excelsa Madre.

Virgen maravillosa, prodigio de bondad,
feliz Madre del Verbo, bendecida por Dios;
nuestra dicha es inmensa, tú nos diste la vida,
rompes nuestras cadenas y nos das dicha y bien;
el Señor te bendiga.

Por fin, las profecías del Viejo Testamento
vienen a realizarse cuando tú das a luz.
Por ti recibe el cielo nuevo esplendor, tú aplastas
la cabeza al demonio y obtienes el perdón
al pecador infiel.

Lograste sin batallas, por tu consentimiento,
lo que toda la tierra buscaba con afán.
¡Bendita por tu fe! ¡Gloria, honor y alabanza!
Gracias a que has creído el anuncio del ángel,
nos nadó el Salvador.

Eres encantadora en tu santa pureza;
eres la poderosa en tu inmensa humildad.
A Dios has conquistado y al mundo lo has traído;
tu belleza divina le obligó a hacerse hombre;
no pudo resistirte.

Por ti, Reina del cielo, bajó Dios a la tierra
y se eleva hasta el cielo nuestra naturaleza
¡Portentoso milagro! .
¡Dios se hace hermano nuestro!
¡Formas a tu Creador, al Salvador engendras,
que es tu Padre y Señor!

Este excelso Monarca se mostró poderoso
haciendo de ti misma su gran obra maestra;
en ti todo es misterio, misterio y maravilla:
das a luz sin dolor y engendras con la gloria
de ser virgen y madre.

Jesús ama el establo, pero más te ama a ti;
¡su lecho y su morada, Madre, es tu corazón!
y tu pecho es su trono más plácido y radiante.
donde muestra su gloria, y perdona, y redime,
y derrama sus dones.

Deliciosa ternura, placentera sonrisa,
celestiales caricias las que el Niño te ofrece.
¡Qué dichoso tu seno, oh Virgen fiel y pura,
que pudo contener, llevar y dar sustento
a la Sapiencia eterna!

Dios sólo