Glosa de la Purificación

 

Gerardo Diego

 

 

Este blanco vellón leve
que al hielo esta noche estuvo
tanta sed de nieve tuvo
como si él no fuera nieve.


En el templo entra María
más que nunca pura y blanca.
Luces del mármol arranca.
Reflejos al oro envía.

Va el cordero entre la nieve,
la Virgen nevando al Niño,
nevando a puro cariño
esta blanco vellón leve.

Las dos tórtolas que ofrece
ya vuelan y y'a se posan.
Ana y Simeón rebosan
gozo del tiempo que crece,

que estalla, que está. No hubo
quien viendo el blanco alhelí
dijera <por ti, por mí

que al hielo esta noche estuvo.

La Pureza -¡oh maravilla--,
quiere tornarse aún más pura.
y Jesús, de su blancura
le baña frente y mejilla.

Tanto porfió que anduvo
cándido el aire de plumas.
Tanto amor tuvo de espumas,
tanta sed de nieve tuvo.

Ya ha cesado la nevada.
y el Niño tan blanco, blanco
oye que va a ser el blanco
de contradicción, la espada,

¡ay!, para su Madre y mueve
hacia ella sus ojuelos,
regalando desconsuelos
como si él no fuera nieve.