Letanía de Nuestra Señora
 

Pedro Díaz-Landa

 

 

Del alba en la radiante lejanía
se escucha, al dar del Ángelus la hora,
un coro universal que corrobora
las alabanzas de tu Letanía.

De esa feliz, cósmica sinfonía, 
cuanto en la tierra y en el Cielo mora
de santo y bello... ¡en tu homenaje aflora
y ante tu trono, Madre, se extasía!

Estrella matutina, yo quisiera
bajo tu luz, sin cirios funerales,
morir de esta poética manera:

Recitándole al mar, bajo la aurora,
el más divino de los madrigales:
¡La Letanía de Nuestra Señora!