Rompiste María

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Rompiste mi pesar y mi cadena, 
moviendo mi conciencia ya dormida 
por una larga historia mal vivida, 
cual vive el gladiador sobre la arena. 
 
Ciego ante la verdad y en la condena 
sufrida del pecado y mi caída, 
renuevo mi esperanza ya perdida 
y amaina, por María, mi oscura pena. 
 
Caído estoy ¿quien me levantará, 
si no aporta María el buen consuelo 
que eleve mis despojos sobre el suelo? 
 
Mi lengua tus prodigios cantará, 
Como canta a Jesús con gran revuelo 
El coro de los ángeles sin duelo.