Me allego a María

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

A María me allego, en el instante
En que salgo del triste y falso juego 
Del mundo, en el que derribado luego, 
Fracasado me acerco al sol radiante. 

María es la flor fina y fragante 
Que barre toda mugre y todo olor, 
Con su halo y la carga de un amor 
Que lleva hacia Jesús, el sol brillante. 

Eres la madre trascendente y buena, 
Que nunca se impacienta cuando el malo,
En ti busca refugio de su pena. 

Son los vicios los que atan la cadena 
Que aprisiona los pies. El gran regalo,
María santo rostro de azucena.