Mis lágrimas

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Inundaban las lágrimas mi lecho 
De pena, furia, enojo y de tormento
Sin un solo bendito pensamiento 
De María, consuelo del maltrecho. 

Ahora nueva aurora trae derecho, 
Un limpio, rutilante, y nuevo día,
Pues solo de la madre mi alma fía,
Y marcho de su mano sin estrecho. 

Ya muere la ilusión por las criaturas;
Un nuevo amor renace en mis entrañas, 
Y a Cristo entiendo, que antes despreciaba, 

No más reproches, ya no más conjuras; 
Ya no más petulancia, no más mañas, 
Que el don de Dios libró de noche aciaga.