Tu voz, María

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Tu voz y tu cantar me vencen siempre,
Pues sé que tu verdad es vencedora;
María, maternidad liberadora,
Que fuiste mucho más que solo un vientre.

La voz de tu mensaje suena urgente,
En suave apelación arrulladora
Que hace temblar mi alma, arrolladora,
En un amor, cada vez más creciente.

Tu voz no se dispersa, ni se encoge
Por tanta enemistad que el bien levanta,
Me llama a ti, me acerca, y me recoge.

Mi espíritu en ti se sobrecoge,
Mi alma toda oposición aguanta,
Y en clara libertad en ti se acoge.