Salud de los enfermos Salus infirmorum

Rafael Ángel Marañón 

 


Salud del que está enfermo de pecado,
Del que llagas profundas sufre inerme,
Y aun no siendo por Cristo rescatado,
Yaciendo ignaro, en su amargura duerme.

¡Oh! María, madre del que penado,
Por sus copiosos extravíos enferme,
Sin rescate del alma y agobiado,
Por quien cuerpo y espíritu le merme.

Es María consuelo del que llora,
Por su mucho pecar atormentado,
Esperando en tu mano sanadora.

Le ama alegre el que a Cristo adora,
Y al que a Cristo rechaza porfiado;
Donosa das tu palma auxiliadora.