|
Te aguardo María
Soneto
Rafael Ángel Marañón
Te aguardo como a espléndida alborada Que desgarra a la infausta
noche oscura, Y hace surgir colores y ventura Al corazón, y mente
enamorada.
Un alma que vivió seca y frustrada Hasta que de tu
luz vivió la albura De la paz, y la viva luz tan pura Que pedí
cuando ya desesperaba.
Y te llegaste a mí cual bella hada, Sin
ira ni reproche, tan cordial Que me abriste la claridad velada.
¡Que feliz me sentí con el cordero! Al que tú me llevaste,
generosa, Y ya eres para mí sol y lucero.
|
|