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María abre mi corazón
Rafael Ángel Marañón
Mi corazón se abrió ante tanta dulzura, Y confiadamente, con
resplandor de fuego, Se abrió ante mí esplendente tu perfecta
ternura, Que arrebató mi alma y me trajo el sosiego.
Nunca
jamás creyera, María bella y pura, Que de tanta delicia podía beber
luego, Cuando mi sentimiento desprendido de agrura Saboreó
momentos que vencieron mi ego.
Y ahora en la esperanza de
redención segura, En un mar de cordura con deleite navego Y ya me
regocijo en tu celeste albura.
De mi yermo pasado, ni pienso, ni
lo niego, Porque ya se ha borrado esa semilla oscura, De mis
negros pecados, cuando era un triste ciego.
AMDG
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