Regresa 

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Regresa Virgen Santa y atiende nuestras ansias;
Muéstranos el sendero que lleva hacia Jesús;
El mundo desbocado camina hacia la nada,
Hacia el castigo eterno, de espaldas a la luz. 

Un hálito de muerte cubre la humanidad;
Un gélido tornado llena la tierra entera
De angustias y penurias, de muerte y de maldad,
Que el hombre a remediar no alcanza en su ceguera. 

Alza tu rostro hermoso, inúndanos de amor,
Muéstranos tu diadema que sabes merecer,
Dirige nuestros pasos con encendido ardor,
Y danos a tus hijos un nuevo amanecer.

Que es muy largo el invierno y la noche muy triste, 
Los humanos helados esperamos calor 
De aquel que todo puede, y de abrigo nos viste,
Infundiéndonos vida, esperanza y valor. 

No tardes, madre santa, que nos aflige el frío
De un mundo que no quiere de Cristo depender,
Y en su severo orgullo, con insensato brío 
Sin ti, madre querida, va pronto a perecer.