Silencio de María en cinta

 

Rafael Matesanz Martín

 

 

Qué silencio tallaba tu sonrisa, 
Virgen de la humildad y la ternura? 
Qué sencillez vestía tu hermosura 
de luz materna, cálida y precisa? 
  
Qué gracia en vuelo como mansa brisa 
sostenía la paz de tu figura? 
Qué verso de tu sangre, clara y pura, 
imprimía tu voz de poetisa? 
  
Hablabas sin hablar, Virgen María: 
sólo con ser vasija confidente 
donde Dios anidaba complacido. 
  
Tu corazón de Madre florecía 
la Palabra de Dios, calladamente: 
sólo al ritmo del beso concluido.