María Santísima de la O

 

Reyes Prieto Parejo

 

 

Viernes Santos, muerte y pena, 
paso la hora postrera, 
ya se rasgo el corazón 
de una Madre trianera. 
Viernes Santo, la saeta, 
más honda en el aire suena, 
el viento pasa en silencio 
deshojando primaveras. 

No se que tiene tu cara 
que me alegra tanto el verla, 
soñando con encontrarte 
mi alma se inquieta y vela. 
No se que tienen tus ojos 
cuando hablamos y me cuentas 
y me dices muy bajito 
que de tu mano me llevas. 

Eres mi faro y mi guía, 
timón firme en los vaivenes, 
Virgen de mis alegrías, 
la fuerza que me sostiene. 
Eres sol de media tarde, 
lucero en la anochecida, 
la madre del Nazareno 
de Triana y de Sevilla. 

Eres Virgen de la O, 
la Reina de orilla a orilla, 
consejera, luz y amor 
para el que cree y confía. 
Viernes Santos, muerte y cruz, 
Semana Santa en Sevilla, 
bajo palio la esperanza 
ya llega con tu sonrisa.