Virgen de las Angustias

 

José Manuel Gómez Muñoz

 

 

Son tus párpados campanas
que tañen tu pena honda
con tus pestañas gitanas 
que a las angustias dan sombra.
Y derramas de tus ojos
manantiales de amargura
y se retuercen tus manos
con la soledad más pura.
Virgen de las Angustias,
tus ojos son medias lunas
con el brillo de las fraguas
cuando miras desolada
el tormento de Jesús
que arrastra una cruz pesada
sin saber dónde estás Tú.
Que te han dejao solita
como amapola en el campo
mientras el Cristo moreno
en su humildad infinita
una cruz le están cargando.
Por eso no quiero ver
como escondes esa cara
y tapas con tus manitas
el torrente de agua clara
que salta desde tus ojos
que son dos lunas gitanas
dos espejos misteriosos.
Que no puedo ser pañuelo
ya a la vez parar la mano
del que flagela a tu Hijo
mientras Tú sigues llorando.
Que con los dos estaría
y a los dos iría dando
consuelo a tus lagrimitas
y bálsmo a sus latigazos. 
Qué pena tiene Sevilla
que a los dos os va mirando
y en vez de enlutar sus calles
abre un camino en el campo
donde entre lirios y olivos, 
entre amapolas y nardos
os acompaña a los dos, 
con vuestro orgullo gitano.
Que de un mar embravecido
de olas que son aplausos
viene del Valle una zambra
que en el aire va anunciando
que Jesús de la Salud
lleva a Angustias a su lado
y son de la raza calé
sus Titulares Sagrados.
Que aguarde Sevilla entera
del alba el primer rayo
que en la Campana se espera
a que pasen los Gitanos.