María por la alborada

 

Padre Juan Manuel del Río C.Ss.R

 

 

María por la alborada,
como flor entre las flores,
va deprisa a la montaña
para atender a Isabel.

María de madrugada
aunque camina sencilla
no puede disimular
ser vista como una Reina.

María al comenzar el día
entra en Ain Karen
y al saludar a Isabel
florece el Ave María.

Virgen, Reina, y Madre, María, 
por el Sí que diste al Ángel
y por el abrazo al Isabel
saltó en el seno de su madre
Juan de alegría.

Deja que al desgranar con devoción
el rosario cada día
de tanta Avemaría en flor
tengamos la alegría 
de brindarte con amor
la flor del corazón.