Cuatro veces dijo Sí

Antonio Rodríguez  Mateo

 

 

Inmaculada es la Concepción,
de la Virgen María,
y durante su gestación,
virtudes la visitarían,
Ella las conoció,
en la pequeñez que tenía,
y su alma las aceptó,
el primer sí que diría.

Desde que nació,
en bondad sobresalía,
¿conocía ya a Dios?,
quién nos lo diría,
a Él consagró,
todos sus días,
y su virginidad le ofreció,
y todo lo que sería.

Siempre estaba en oración,
su alma infantil,
después al ser mayor,
y hasta la hora de morir,
nunca jamas pecó,
fue su segundo sí,
tan sólo cabía amor,
en su corazón infantil.

Un ángel la visitó,
de nuevo volvió a ocurrir,
la niña aceptó,
volviendo a decir sí,
su vientre cubrió,
la sombra de Elohim,
donde el Verbo se encarnó,
para engendrarse allí.

Volvió a Nazaret,
para que el Niño creciera,
después se fue a Jerusalén,
para que Él muriera,
Ella se despidió de Él,
cuando la tierra lo cubriera,
hasta que la vino a ver,
para que fuera.

Madre de la Humanidad,
fueran malos o buenos,
a todos debería amparar,
aunque mataran al nazareno,
de nuevo le volvió a dar,
un sí quiero,
y por tanta bondad,
con Él reina en el Cielo.