Quintillas jocosas

 

Antonio Solís 

 

 

Acudan al ciego
con su bendita caridad:
y hoy, en su festividad,
manden rezar la oración,
de la más pura verdad.

Virgen, si la culpa ajena
os cautivara algún día
con la original cadena,
quien os llamó Ave María
no os llamará Gracia Plena. 

Si Dios fué ab eterno Amante
de vuestra interior beldad,
¿quién da en Dios lo disonante
de amar una Eternidad
para olvidar un instante? 

Niégueme una de estas dos:
que pudo, es cierto; que quiso
lo que pudo hacer por vos,
también parece preciso:
pues se ve, votado a Dios.

Presérvaos del venial,
que no os pusiera en desgracia,
la dignidad maternal;
¿y os dejara original,
que destruyera la gracia?

Eso no, Virgen gloriosa:
callen de hoy más las doctrinas;
pues dicen, por mucha cosa,
que se hicieron las espinas
para ofender la rosa. 

Pues la noble religión
de Alcántara, Virgen pura,
con devota aclamación
hoy en vuestras pruebas jura,
saldrán sin dispensación.

Nadie en fiesta que es tan vuestra
del hábito azul se acuerde:
pues aun la Salve nos muestra
que sois del hábito verde,
pues sois esperanza nuestra.
Sienta, pues, lo que sintiere
el escrúpulo grosero,

que ya, por más que naciere,
no puede ser caballero
el que otra cosa dijere.
Esta limpia ejecutoria

de vuestros santos blasones,
la fe nos haga notoria,
y ponga en las opiniones
aquí paz y después gloria. 

 

Fuente: statveritas.com.ar