Escucha, casa de David

Rufino Maria Grández

 

 

Escucha, Casa de David: 
La Virgen pura se halla encinta; 
Dios la acaricia y la fecunda 
y la hace Madre de la vida. 


La Virgen grávida nos lleva 
en el secreto de su dicha; 
la Virgen fiel nos abre ruta 
con su obediencia de discípula. 


Espera en calma la agraciada, 
con ella el mundo se arrodilla; 
levanta el pobre la mirada, 
con ella pide la venida. 


Nacido en tiempos sin aurora, 
el Hijo espera con María. 
iOh Dios de amor, nuestra esperanza, 
cambia la espera en parusía! 


A ti, Jesús, Hijo esperado, 
aparecido en nuestros días, 
con santo júbilo cantamos! 
iVen en tu reino, ven de prisa!