A la virgen del Pilar

 

Hna. Mercedes Colubi Tovar

 

 

El agua guarda silencio
cuando camina hacia el mar
y bañando va su cauce
con su límpido caudal.

“El Ebro guarda silencio
al pasar por el Pilar.
La Virgen está dormida,
La Virgen está dormida…
¡No la quiere despertar!”

¿Es verdad que duermes, Madre,
que acaso no velas ya
nuestro buscar un sentido
a la vida, al caminar?

No, Tú no duermes, María.
Tú velas en tu Pilar
y hasta el susurro del agua
nos lo cuenta en tu mirar

a quienes somos tus hijos
y sufrimos y gozamos
a la sombra de tu Manto
y entonamos un cantar
cuando sentimos nos cuidas
desde tu firme Pilar.

“Faro esplendente” que en brazos
acunas al que es la Luz
que por eso brillas, Madre,
porque muestras a Jesús…
“Si es tu trono, sí, Santina,
la cuna de nuestra España”
¿Quién, conociéndote, Madre,
no te lleva en sus entrañas?

Y al llevarte, nos conduces
suavemente, sin forzar,
a la Mesa de la Cena
donde se hace la hermandad,
donde se besan silentes
la justicia, sí, y la paz
que hambreamos sin saberlo
Madre, Virgen del Pilar.

Agua, Madre, a los sedientos.
Agua, Madre, en el desierto
que bebemos sequedad
ocupados, tantas veces,
en no sé qué vanidad
que árida nos deja el alma,
Madre, Virgen del Pilar.

Agua, que te baña el Ebro
y Tú nos la puedes dar.
Agua, que Dios te bendice
con su infinito caudal
y eres fuente y eres río
y haciendo Su Voluntad
caminas sobre sus huellas
hasta dormir en Su Mar.

“Blanca Paloma”, te dicen,
mientras te cantan la jota
o arranca por sevillanas
desde el Rocío la copla.

“Santiago ya lo sabía”
y hablaba de Fe con obras
que te oyó hablar con tu Hijo
de esas entrañables cosas
a las que Tú dabas vueltas
siempre fiel a la palabra
que diste un día en tu Fiat:
“Hágase Su Voluntad”
aunque nos cueste la vida:

Perdonar, amar por siempre
dando brincos de alegría.
“No sepa bien la derecha
lo que la izquierda” acaricia;

Sólo te delata, Madre,
la misteriosa sonrisa
que se dibuja en tu Rostro
cuando tu Niño te mira
y te pregunta - ¡El a Tí ¡ -
por qué el agua es tan bonita;
y quiere saber qué siente
cuando el Sol besa su espejo…
¿Estará pensando el Niño
en la calidez del Ebro
cuando una “Blanca Paloma”
en él posa su reflejo?

Hay que esperarte, María,
como te esperó Santiago
el “Patrón de las Españas
que es Amigo del Señor”
porque Tú dejas al Hijo
naciendo en el corazón
de quien “grato te bendice”
y te pide protección.

“Venimos a templar armas
en el fuego de tu altar”
porque Tú haces de los dardos
caricias que al viento van
y suavemente las dejas
en quien puede desear
acaso una mano amiga
que tu Jesús va a estrechar…

 

Nota: Las frases entrecomilladas pertenecen a una canción popular, al Himno de Santiago, de Covadonga, al Evangelio… Todas ellas, y más, se me agolparon dentro cuando en la inauguración de la EXPOZARAGOZA escuché tres discursos oficiales de “personalidades importantes”, y en ninguno de ellos oí la palabra “pilar” . ¡Tal vez se me haya escapado! Pero de no ser así, ¿Qué es para nuestros “mandos” el patrimonio de la humanidad?...