Dolorosa del Ave Maria de Ciudad Real 

 

O.P.T 

 

 

Cuando me miras.

A lo lejos se ve una luz 
con un dulce movimiento, 
un paso de oro y plata 
la música va meciendo. 

De tal belleza es su imagen 
que estrellas bajan del cielo, 
a ponerse ante la Virgen 
para darle su consuelo. 

Estrellas lleva tu paso 
metidas entre la cera, 
estrellas son los bordados, 
vestidos de primavera. 

La dulzura de tu cara 
supera la de las flores; 
los claveles y gladiolos 
la llevan con sus olores. 

Los colores de tu cara 
no se pueden imitar 
son tan puros y reales 
que parecen de verdad. 

Esta viva y se hace imagen, 
de carne y hueso es entera; 
tal dulzura y belleza, 
¿cómo puede ser madera? 

En cada paso que das 
mil gladiolos aparecen, 
claveles de blanco color 
y capullos que florecen. 

¿Por qué lloras Dolorosa 
-¡niña bendita del Prado!- 
si sabes que el Cristo muerto 
glorioso ha resucitado? 

Por eso ríes tus penas 
y las llenas de ilusión, 
por eso te vistes de blanco 
en el tiempo de la Asunción. 

Cuando tú me miras Madre, 
-¡qué decir de tu mirada!, 
es tan pura y cristalina- 
en mi mente queda clavada. 

Cuando tú miras, Madre, 
¡cualquiera no se enamora! 
Con la emoción que se siente 
cuando mira mi Señora. 

Cuando tú me miras Madre. 
¡Qué misteriosa armonía! 
cuando tus ojos me miran 
Virgen del Avemaría.

 

Fuente: La Pasión Digital