El gran acontecimiento

 

José de Valdivieso

 

 

Cumpliose, pues, la hora deseada, 
el tiempo de los cielos prometido, 
la gloria de los siglos esperada, 
el día de los Padres prevenido; 
llegó la hora donde está cifrada 
la mejora de todo lo perdido, 
la libertad del hombre encarcelado, 
la victoria del mundo, y del pecado. 


Del tálamo inmortal salió el Esposo, 
cuyas bodas la tierra, y cielo espera, 
salió alegre el gigante poderoso 
del cielo, a dar principio a su carrera; 
por la puerta de aquel Oriente hermoso 
el Sol mostró dorada cabellera, 
salió el Niño, que el cielo nos envía 
del vientre inmaculado de Maria. 


Salió cual suele de la pena dura 
por los poros estrechos, y cerrados, 
salir el agua cristalina, y pura, 
que en el valle destilan los collados. 
Salió qual suele en la noche obscura 
estando el cielo limpio de nublados, 
caer sobre la hierba gotas bellas, 
sin saberse quién es la fuente dellas.