Espiga marinera

 

María Sánchez Fernández

 

 

Los corales se encienden al mirarte
en tu imagen de espiga coronada,
en tu gracia de fuente desbordada
y enloquecen de gozo por amarte.

El mar despliega azules al llevarte
por caminos de espuma plateada,
y alegres aleteos, en bandada,
te cubren de blancura al escoltarte.

Virgen del Mar, tu nombre marinero
tiene el rumor continuo de las olas
que murmuran historias hechizadas.

Es el cantar de un viento aventurero,
un profundo orfeón de caracolas
y un festival de alegres marejadas.

Úbeda, 20 de octubre de 2001