Nuestra Señora de cada día de la semana
Padre Tomás Rodríguez Carbajo
Domingo
Nuestra
Señora de la Alegría.
Comenzamos
la semana con el domingo, “el primer día de la semana” (Mc. 16,2) el
que con la Resurrección de Jesús da un gran giro a la vida de los hombres.
Para nosotros los cristianos es el día por antonomasia, es el “Día del
Señor”. María la maestra de la fe, la que se puso totalmente en las
manos de Dios, “la esclava del Señor” (Lc. 1,38) no fue al sepulcro
porque esperaba la resurrección que su Hijo había anunciado.
Ella
invadida siempre por la alegría al estar empapada de la presencia de Dios,
desde el “primer domingo” fue Ella Nuestra Señora de la Alegría, por
que iban a ir los cristianos a propagar por todo el mundo el mensaje de paz
y alegría, que Cristo tenía en propiedad y nos había encomendado a los
creyentes difundir paro todos los lugares.
Una
característica propia del domingo es la alegría, la dicha, la felicidad de
sentirnos salvados; María ha colaborador a esta realidad cristiana por el
consentimiento que dio a la embajada del ángel, que vivió toda su vida y
que ratificó con entereza en el Calvario.
De
la vitalidad del primer domingo llevamos viviendo 20 siglos en la Iglesia,
María nos invita
y ayuda a la participación de la alegría pascual, que es la propia
del cristiano.
Comenzamos
la semana con una fiesta, pues, ya se han terminado las tristezas y melancolías
para los humanos, pues, ¡Cristo vive! ¡Cristo ha resucitado!.
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