Bajo el reino del príncipe Etienne el Grande (+ 1054) un piadoso ermitaño de nombre José, venido de las orillas de Jordán se refugió en las montañas de Rumania, cerca de Bistritza.
Como se había decidido, un día, con sus camaradas, a ir al Monte Athos, la Virgen se les apareció y les preguntó: ¿"A dónde van?" -« Vamos al Jardín de su Santidad» respondieron los viajeros. Entonces, María les ordena: "Vuelvan sobre sus pasos, ya que éste es también mi Jardín."
Por eso a Rumania se le llama ahora "el Jardín de la Madre de Dios".
Enciclopedia María
tomo IV - Beauchesne 1956
Fuente:
mariedenazareth.org