Rosas en Lima (I) 

Hermano Albert Pfleger, marista. 


Un dia del año 1981, vino a nuestro restaurante "El Agua de Vida", una familia para celebrar los cuarenta años de matrimonio de los padres. 

Como sabíamos que el papá tenía un cáncer de la garganta, duplicamos nuestras atenciones con la familia. A la hora del postre, les hicimos la sorpresa de ofrecerles helados en forma de dos preciosas palomas y una imagen de la Virgen depositada entre ellas. Toda la sala aplaudió y se soltó en lágrimas. Luego, vino el canto del Ave María. Antes de comenzar a cantar, el hijo mayor nos dijo tímidamente "somos judíos". Pero como en la canción propuesta se nombraba a María, "Hija de Israel", aceptaron de corazón unirse a nuestro rezo. Y su emoción fue muy grande cuando anunciamos en el micrófono que esa noche rogábamos especialmente por ellos. 

Al día siguiente, el hijo mayor llegó con un ramo de lirios blancos: “Le traigo flores a María, para agradecerle..." Mis padres estuvieron tan contentos con la velada de anoche que en el desayuno sólo hablaban de eso, nos dijo. Mi padre es judío ateo, pero ayer cuando volvíamos a casa me confesó : "si hubiese podido, habría cantado con ellas." 

Relato de las "Trabajadoras misioneras" (T.M.) que animan los Restaurantes "Aguas-deVida" en Perú. 
Informado por la Recopilación mariana del Hermano Albert Pfleger, marista. 1986 

Fuente:  mariedenazareth.org