En auxilio de Felipe Augusto en Bouvines 

De la Franquerie


En 1214, la situación es trágica en Francia : en Poitou está rodeada por los ingleses, al norte por el Emperador Othon IV que la invade con 200.000 hombres para arrebatarle la corona a Felipe Augusto. 

Sabiendo que el enemigo - excomulgado hacía poco - pretende aplastar a Francia y luego atacar al Papa y a la Iglesia, el Rey confiando en Dios llama a todas las parroquias de Francia. Unos 60.000 hombres responden. El Rey va a San Denis, comulga, toma la « Santa Oriflama » y se dirige al enemigo. 

Esa mañana en Bouvines, sintiendo toda la gravedad del momento, después de haberse « confiado a la Virgen», él despliega la Oriflama y derrota a un enemigo tres veces superior. La Iglesia y Francia se salvan. El Rey envía inmediatamente un mensaje a su hijo, Luis, que dirige el ejército contra los ingleses en Poitou. Por su parte, el heredero al trono, que también ha salido victorioso, le manda un mensaje a su padre. Los dos enviados se encuentran en la puerta de Senlis. 

En el lugar mismo de ese memorable encuentro, el Rey funda la Abadía de la Victoria, consagrada a María y erige la estatua de Nuestra Señora de la Victoria de Bouvines. Durante la entrada triunfal a Paris, Felipe-Augusto se prosterna ante la Madre de Dios para rendirle homenaje por el éxito de sus ejércitos y dar testimonio de su gratitud. 

La Virgen María en la Historia de Francia 
De la Franquerie

Fuente:  mariedenazareth.org