Hacia medianoche, me despiertan y me ordenan salir. El checo me espera fuera. Despide olor a vodka, sin embargo no está borracho. Me hace señal de que le siga por el patio de 1a escuela... 

« Capitán, le pedí venir para ayudarle y, quizás, para ayudarme yo también". Sé lo que usted piensa, me tiene por un perro cínico y no se equivoca totalmente. ¡Sin embargo! ¿Cómo decírselo sin parecer falso o cobarde? Según el deseo de mis padres, yo debía hacerme sacerdote. Hoy soy un bolchevique, un apóstata. Al partir, mi madre me puso al cuello una moneda bendita que representaba a la Virgen María, quien debía traerme suerte. Hoy, con su medalla en las manos un sentimiento de tristeza se apoderó de mí; debí combatir esta emoción estúpida. Todavía poseo este recuerdo de mi madre difunta. ¡Véalo! » 

Se saca del bolsillo un escudo de plata agujerado y me lo muestra. La efigie del escudo representa a la Madre de Dios con su aureola, como La soberana de Bohemia. « ¡Curioso!, dice, yo estimo a María, posiblemente porque es la Madre de todas las madres. ¡El amor de nuestras madres debemos guardarlo como algo sagrado! » Tras estas palabras, en su rostro se lee el dolor y añade: « Por el amor de su madre y la mía, quiero hacer actuar "el amuleto". Cuando continuemos la marcha, usted encontrará la ocasión de evadirse. » Luego, cambia de tono y de postura y mira a su alrededor y añade: « puede que me equivoque... Mañana retrocederemos ante los alemanes. En el camino sonaremos la alarma. Habrá un cierto desorden. ¡Usted sabrá sacar provecho de la ocasión, capitán!» « ¿Y mis hombres?» le pregunto... Me hace un signo, ya irritado: « ¡Buena suerte y buenas noches! » Indeciso, le tiendo la mano. 

Al día siguiente, los rusos nos llevan en su retirada... Tomamos nuestro descanso en un granero abandonado. Súbitamente, llaman a nuestros guardianes. Bella ocasión para huir. Tomamos la dirección del sur y caemos pronto sobre nuestras tropas. El checo cumplió su palabra. 

Testimonio de un viejo oficial de la Gran Guerra 
Según R. Medio - Ein Mutterherz fur ido, pp. 118-121 
Producido en la Colección Mariana 1986 del Hermano Albert Plfeger, marista

Fuente:  mariedenazareth.org