La fundación de Montreal, Ciudad-María 

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Visitada en 1535 por el explorador francés Jacques Cartier, la isla a la cual le da el nombre de Montreal estaba poblada entonces de amerindios. 

Un siglo más tarde, un grupo de hidalgos se reune en París para crear la Sociedad de Nuestra Señora de Montreal con la intención de fundar una ciudad misionera en territorio de Canadá. La Sociedad adquiere la isla de Montreal y el 17 de mayo de 1642 el gobernador de Nueva-Francia, en nombre de los hidalgos de la Sociedad, le otorga oficialmente posesión de la isla de Montreal a Paul Chomedey de Maisonneuve. El padre Vimont celebra una misa y predice la magnitud futura de la ciudad. En seguida, los hombres se pusieron manos a la obra. Construyeron primero un reducto y una empalizada para protegerse del enemigo iroqués. 

Tras muchos combates y con el apoyo de los fieles que le rogaban a Nuestra Señora de París guardase la isla de Montreal y Ciudad-María bajo su protección, la pequeña colonia misionera comienza a desarrollarse. Hacia 1700, el nombre de Ciudad-María cae en desuso, dando lugar al de Montreal; pero la ciudad conserva numerosas huellas de su fundación mariana. Por ejemplo, la Capilla de Nuestra-Señora-del-Buen-Socorro, la iglesia de los marineros, con su torre, sobre la cual está una estatua de la Virgen con los brazos abiertos, punto de referencia para los navegantes del San Lorenzo, o también la catedral María Reina del Mundo, reproducción de la Basílica de San Pedro de Roma, aunque cuatro veces más pequeña.

Fuente:  mariedenazareth.org