En 1291, mientras los cruzados salían definitivamente de Tierra Santa y los ejércitos musulmanes, a medida que avanzaban, saqueaban todos los monumentos sagrados del cristianismo, las paredes de la casa de la Santa Virgen en Nazaret fueron transportadas, primero a Dalmacia (Albania y Croacia actuales) y en seguida, en la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294, hacia los antiguos territorios de Recanati (Italia, cerca de Ancone), primero no lejos del puerto y finalmente sobre la colina donde se alza hasta el día de hoy la casa de María. (Loreto). 

Según una tradición "popular" registrada a partir de la segunda mitad del siglo XV y jamás cuestionada por los diferentes papas que mostraron su predilección por la Santa Casa de Lorette; es por medio de los ángeles que Dios hace moverse la Santa Casa. Pero según algunas conclusiones deducidas de la investigación histórica y arqueológica contemporánea, que refuerzan los puntos más importantes de la tradición "popular", sería más bien por intermedio de los hombres que Dios protegió la Casa de su Madre.

Fuente:  mariedenazareth.org