Nuestra «muleta» divina

 

Mons.Damián Iguacen Borau. Obispo de Tenerife

 

Señor, Tú nos has dado a María por Madre y
la has hecho Madre de la Misericordia, la has
puesto en alto como Columna y Pilar, como
ejemplo y modelo. Gracias, Señor, por santa
María, «puente, escala y guía» de todos los miserables que andamos sobre la tierra.

Me encanta contemplarla también como
«Amparo» y colosal «Muleta» que nos has dado
para remedio de nuestras debilidades, limitaciones
y discapacidades. Y me siento agradecido. Estoy
observando que casi todos los seres humanos
cojeamos de algo, cojeamos mucho, en muchas
cosas y de muchas maneras. iAnda, que no hay
paralíticos, cojos en la fe, en la vida cristiana... !
Aquí, Señor, «el que no cojea, renquea». Necesitamos todos unas buenas muletas para ir tirando, para mantenernos en pie y no caer.

Qué gozo pensar que María es como «Columna»
y «Pilar» que apoya e impide el derrumbamiento
celestial «Muleta» que sostiene nuestra fe tantas
veces vacilante y débil, nuestra esperanza insegura
y nuestra caridad poco comprometida.
iMaría. «Muleta» divina de nuestra historia!