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Misionar con la ayuda de María
Pedro Sergio Donoso Brant
1. TODOS SOMOS MISIONEROS
Los católicos por lo general, somos pasivos y hay unos pocos que son muy
activos, pareciera que la obligación de llevar el mensaje de Jesucristo a
todo el mundo, es de un pocos voluntarios, pero como esta el mundo, ha
llegado el momento en que todos los católicos comencemos actuar, esto es no
dejar que las cosas transcurran por si solas. Esto implica que tenemos que
realizar la acción verbal que expresamos y que rezamos, es tiempo de dejar
de ser fieles que solo recibimos, ya es hora de salir a predicar todo lo que
diariamente aprendimos de nuestra fe, ciertamente, dentro de nuestros medios
y posibilidades, pero tenemos que disponernos a actuar y asumir nuestro
papel de misionero.
Algunas rápidas reflexiones, expresan que si no fuera por las viudas y las
personas que están en las últimas etapas de sus vidas, los templos estarían
casi vacíos. Mis recuerdos de niño monaguillo, casi medio siglo atrás, eran
de 4 celebraciones los domingos por la mañana y una por la tarde, a templo
lleno, hoy en muchos templos hay una sola celebración los domingos, la de
medio día, lo paradójico es ver cuanta gente mira el reloj a la hora de la
homilía, y parece que en vez de elevar una plegaria a Dios por sus
necesidades, la eleva pidiendo que la predica sea breve. Por cierto, esto no
es lo que hacen todas las personas. Dios quiera, que con el esfuerzo
misionero de todos traigamos más fieles a participar de la Eucaristía, y que
al mismo tiempo nos regale mas vocaciones, sin sacerdote, no hay Misa.
El misionero es la persona que enseña y predica la religión cristiana en las
misiones o en tierras de no creyentes en nuestra fe, y estas tierras, no
solo están en un continente lejano, son también en las que vivimos, la que
pisamos a diario. Para el cristiano, ser misionero, es una obligación que
tenemos que cumplir, este es un encargo que nos dejo Jesucristo. Y cada vez
que participamos en las celebraciones eucarísticas, recibimos el encargo de
misionar, en efecto en la Santa Misa, nos encontramos con Cristo resucitado,
por tanto luego tenemos que ser testigos de su resurrección en el mundo,
escuchamos la Palabra de Dios, luego nos toca transmitirla a los demás,
recibimos el Pan que da la vida; luego estamos invitados a vivir la vida
nueva, nos reunimos como hermanos, por tanto luego nos dispersamos para ser
hermanos de todos los hombres, alabamos a Dios con nuestras oraciones y con
nuestros cantos, por tanto convertimos nuestra vida ordinaria en una
alabanza continua a Dios. En la Eucaristía, Nos hemos asociado a la entrega
total de Cristo al Padre y a los hombres; ahora vamos a verificar esta
entrega con todas nuestras obras.
2. LA MISIÓN UNIVERSAL QUE NO ENCOMENDÓ EL SEÑOR JESÚS
Dice le Señor Jesus: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a
toda la creación” (Mc 16, 15), esta es la misión universal que no encomendó
el Señor Jesús antes de que fuera llevado al cielo y estar sentado a la
derecha de Dios. Esta no es solo una bella frase del Evangelio, es una
disposición para todos los apóstoles, allí se incluyen nuestros obispos,
presbíteros, diáconos, religiosos, laicos comprometidos en labores
pastorales y toda la familia de Dios, esto señala, que nadie esta exento de
no hacerlo.
Nosotros los católicos, junto con el anuncio de la Buena Noticia , hacemos
presente el carácter universal de la Salvación. Jesucristo , en efecto, es
el Salvador del mundo entero. El Señor quiere que todos los hombres se
salven por medio de él. Dios no discrimina nacionalidades ni razas, para El
no existen los privilegios para ninguna cultura, no importan las clases
sociales, al contrario, El se reserva para los que en apariencia nada valen,
en especial los más pobres, los humildes, los que sufren, los oprimidos, sus
destinatarios predilectos los de corazón puros y los pecadores, a los que
vino a sanar. “Vayan por todo el mundo”
Tenemos que ir por todas partes a dar testimonio de que Dios es bueno y
hacer ver que EL ama a todos los hombres, pero al mismo tiempo, hacer ver
que tanto para nosotros como para quienes aún no le conocen, este es un Dios
misterioso e incomprensible. La Sagradas Escrituras , a través del Antiguo
Testamento, nos relatan de muchos personajes que vivieron muy de cerca el
amor de Dios, es más, aseguran que Dios da la vida y la conserva, luego lo
alaban, lo ensalzan, le exponen todas sus necesidades, les hablan de sus
desesperanza, le suplican, y piden a muchos que no se aparten de El, además
de hacer ver como los hombres fracasan cuando se apartan de El. En el Nuevo
Testamento, Dios no habla por medio de su Hijo, Jesus se presenta como Hijo
de Dios y como su mensajero, haciendo una invitación a creer en el amor
incondicional de Dios a los hombres y en su asistencia salvadora.
3. MISIONAR CON MARIA
El lema de Misionar con Maria, parece interesante, ¿Por qué?, porque ella
participo en cada uno de los sucesos relevantes de la vida, de la pasión, de
la muerte y de la resurrección de Jesucristo, es decir, participa en su
misterio pascual. Si bien es cierto, que con el bautismo recibido de Juan
Bautista, Jesús abandona la casa familiar a los treinta años, -Jesús ya
había pasado los treinta años de edad cuando comenzó - (Lc 3, 23), María, en
el silencio de la buena madre, no abandona nunca espiritualmente a su Hijo,
ni el a su Madre, solo la separación que se produce con la muerte de Jesús
en la Cruz. Y en la cruz, Cristo confía su madre al discípulo predilecto y
amado Juan.
La Virgen, ha estado desde su gravidez hasta siempre amando a su Hijo Jesús,
quien sabe muy bien quien es su madre la que hace la voluntad de Dios. En
una ocasión, mientras Jesús estaba hablando, una mujer levantó la voz de
entre la multitud y le dijo: - ¡Feliz la que te dio a luz y te crió! - y
Jesus le replica: - ¡Felices, pues, los que escuchan la palabra de Dios y la
observan!- (Mc 3,33-35)-. Entonces decimos nosotros, feliz la Virgen María ,
que hizo la voluntad de Dios. Feliz ella, que en las Bodas de Cana les dice
a los sirvientes: - Hagan lo que él les diga – (Jn 2, 5), es decir nos pide
que nos dejemos hacer por Jesús y luego Jesus antes de partir nos pide
“Vayan por todo el mundo”
Pero el mundo al cual nos enfrentamos, hay que conocerlo, por esa razón a
continuación he incluido diversos aspectos sobre lo que ha sido la Virgen
Maria para apóstoles y evangelistas, el trato de Jesus con su madre y lo que
dicen de ellas otras confesiones cristianas y la musulmana, puedo afirmar
que ese es el mundo con el cual nos enfrentamos, cuando queremos referirnos
a la Santísima Virgen en nuestra misión encomendada por Jesucristo al
decirnos: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la
creación” (Mc 16, 15).
4. ENVIÓ DIOS A SU HIJO, NACIDO DE MUJER,
El Apóstol San Pablo, nació en Tarso, en la región de Cilicia, en la costa
sur del Asia Menor, hoy esto es la actual Turquía. En su tercer viaje
apostólico, Pablo se quedo largo tiempo en Efeso y desde allí escribió su
epístola a los Gálatas, a causa de la exacerbación de la fracción judaica.
El no visitó Galacia, esta era una antigua región del Asia Menor que hoy
también pertenece a Turquía, donde asentaron algunas tribus migratorias de
galos procedentes de las tierras germanas a principios del siglo III adC.
Esta región tomó su nombre de estos galos y sus habitantes se llamaron
gálatas.
En una de sus cartas a los Gálatas Pablo escribe: Pero, al llegar la
plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que
recibiéramos la filiación adoptiva. (Gálatas 4: 4-5).
Ciertamente, Pablo se refiere a Maria, madre de Jesus, haciendo ver que por
ella también somos parte de la familia de Dios. Pablo escribe: “Uds. ya no
son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de
la familia de Dios” (Ef 2, 19). Pero Pablo no hace ninguna otra descripción
a los Gálatas de quien es esa mujer santa, para nosotros los cristianos, la
primera de todas las santas. Pablo no escribe más ampliamente detalles de
esta mujer, la Virgen Maria. De todos los escritores del Nuevo Testamento,
el que más trabajó en la explicación de las enseñanzas cristianas fue el
apóstol Pablo, es así como el escribió catorce epístolas, tan importantes en
sus contenidos, atraen la atención de pensadores y filósofos, como de los
simples creyentes. Los mismos apóstoles prestaban atención a estas obras
edificantes de su “amado hermano,” menor en el tiempo de su conversión a
Cristo, pero igual a ellos por el espíritu de su enseñanza y los dones de
Gracia (2 Pe. 3:15-16). Toda persona que desee conocer con mayor profundidad
la fe cristiana, debe estudiar a San Pablo, pero el no escribe en sus
epístolas detalle para conocer mas y mejor de Maria, madre de Jesus. Sin
embargo san Pablo, dejo la semilla que les debe haber invitado a las muchas
comunidades cristianas que el formó, ha preguntarse, de que mujer habla de
la cual ha nacido el Hijo de Dios.
5. DAR A CONCER A MARIA
Por cierto, talvez muchos se han preguntado lo mismo, ¿Cómo le podría
explicar, a civilizaciones actuales que nos saben nada del cristianismo
quien es la Virgen Maria ?, ¿Y si luego les explicara, que impacto tendría
en ellos?, ¿Serían luego ellos tan devotos de Maria?
Los cuatro evangelios nada dicen de la vida de la Virgen Maria antes de la
Anunciación, sin embargo, en una de nuestras fiestas, celebramos la
Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo, piadosa tradición
que surge en el escrito apócrifo llamado el “Protoevangelio de Santiago”.
Según este documento (encontrado en el siglo II) la Virgen María fue llevada
a la edad de tres años por sus padres San Joaquín y Santa Ana. Allí, junto a
otras doncellas y piadosas mujeres, fue instruida cuidadosamente respecto la
fe de sus padres y sobre los deberes para con Dios.
Así también, tenemos muchas otras fiestas para celebrar distintos aspectos
de la Santísima Virgen , en orden de calendario las más importantes son:
Nuestra Señora de Lourdes, Anunciación, Nuestra Señora de Fátima,
Visitación, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Inmaculado Corazón de
María, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Asunción, María Reina, Nacimiento
de La Virgen María , Nuestra Señora de los Dolores, Presentación de Maria,
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa , la Inmaculada Concepción , Nuestra
Señora de Guadalupe.
Ante el asombro del mundo, es sabido que la devoción del pueblo cristiano,
que ve en María, la madre del Dios Jesús, es la más impresionante,
sorprendente y extraordinaria, además de incomprensible o enigmática para
muchos que se les hace difícil entender esta actitud mayoritaria en los
católicos. En efecto, los católicos de diversas denominaciones cristianas
que se declaran católicas, veneran a la mas digna de todas la mujeres, es
así, como grandes santuarios ha construido el hombre, en honor a la
veneración de la santísima Virgen María , dejando atónitos y boquiabiertos a
iglesias y corrientes que no solo no veneran a Maria, sino que gastan mucho
tiempo en criticar y hasta ofender a quienes lo hacen.
6. LOS EVANGELIOS QUE SE REFIEREN DIRECTAMENTE A LA VIRGEN MARIA
Maria en el Nuevo Testamento aparece directamente referida los Evangelios
siguientes:
Mateo 1, 1-25 y 2, 1-23, en los relatos siguientes: María, en la genealogía
de Jesús, María, al servicio de Dios, allí se declara que “Jacob fue padre
de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo”,
"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha
sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo” El niño y su madre
“¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?” “Levántate, toma al
niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise “La
huida a Egipto, la Matanza de Niños en Belén y el Retorno a Nazaret.
Lucas 1, 1-45, Maria se menciona en los relatos de: "He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tu palabra", “¡Alégrate!, llena de gracia, el
Señor está contigo”. “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre!” Y el Juan, Jn 2, 1-11 en el relato de las Bodas de
Cana, "Hagan todo lo que Él les diga". Hay otros fragmentos del Evangelio
que también son referidas a Maria, pero más indirectamente.
7. EL TRATO DE JESUS HACIA SU MADRE
Sucede que cuando no conocemos bien a Jesus, no nos damos cuenta que El
estaba impregnado de amor por su madre, entonces cuando llegamos al oír la
proclamación del Evangelio del día, nos queda una sensación que provoca un
ambiente contrario a un enaltecimiento de María, es tal que pareciera que
Jesús, su único Hijo, se opusiera a una exaltación de su Madre e instalarla
en un sitial especial y por encima de todos sus discípulos. En efecto, en el
de la Bodas de Cana, (Jn 2, 1-11), Jesus le dice: “Mujer, ¿qué hay entre tú
y yo”, en el Evangelio de Mateo (12;46), Jesús responde: "¿Quién es mi madre
y quiénes son mis hermanos?". Por otra parte, a los apóstoles les hace las
recomendaciones siguientes. “El que ama a su padre o a su madre más que a
mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no
es digno de mí”.(Mt 10, 37). El fervor popular y la gran devoción de muchos
cristianos es la exaltación de la Virgen Maria , sin embargo cuando una
mujer entusiasmada, exaltó a la madre de Jesús, alzando la voz de entre la
gente diciendo: ¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!",
Jesus le dijo: "Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la
guardan." (Lc 11,27.28), ¿es que Jesus se opone a la exaltación de su Madre?
Pensamos siempre en un Jesus, como hijo muy especial, muy afectivo, sin
embargo, en estos relatos evangélicos que hemos mencionados, nos vemos
sorprendido por el trato que el se expresa respecto a su Madre. Pero ya
desde niño, había actuado igual, cuando Jesus cumplió doce años y fue
llevado a Jerusalén a las fiestas de pascua, dio una temprana señal de
emancipación al quedarse sin avisarles a sus padres en el Templo de
Jerusalén debatiendo preguntas y respuestas con los Doctores de la Ley.
Cuando sus padres le encontraron se maravillaron pero Maria llevada por el
impulso afectivo de madre, le manifestó a Jesus su pena por no saber nada de
el durante tres días, y Jesús, niño de doce años le dice: ¿Por qué me
buscaban?, y ellos quedan sorprendidos, entonces Maria le dijo: "Hijo, ¿por
qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos
buscando." El les dijo: "Y ¿por qué me buscaban? (Lc 2, 47-48). Maria, madre
de Jesus, servidora sublime y excelsa de Dios, se da cuenta en ese minuto
que ha cambiado su relación con su hijo, aunque luego él luego regresa junto
a sus padres en forma sumisa. Lucas nos hace saber que Maria guardaba todo
esto en su corazón.
En los capítulos que incluyo mas abajo, veremos como Jesus estaba empapado
de amor a su Madre.
8. MARIA EN LAS RELIGIONES CRISTIANAS
Los comentarios siguientes, provienen de testimonios de buenos amigos,
hermanos en Cristo que no son de mí fe católica y con los cuales mantengo
una relación de mucho respeto. He visto en ellos una actitud de vida que no
deja de ser admirable, y algunos fervientes trabajadores por dar a conocer a
Cristo, sin embargo su opinión respecto a la Virgen Maria es muy distante a
la nuestra, lo interesante, es poder mantener una conversación sobre la
Madre de Dios con mucha paz. Durante casi ya 10 siglos la conversación sobre
este tema ha sido áspera, pero lo importante es fijarse que hay más asuntos
que nos unen de los que nos separan.
Así, independiente de los declaran las distintas doctrinas, he visto que los
Luteranos no ponen en discusión la perpetua virginidad de Maria, del mismo
modo no hace cuestionamiento respecto a los que en el Evangelio llaman los
hermanos de Jesus, que otros interpretan como hijos de Maria. Para Lutero,
María fue purificada y redimida del pecado original. En lo relacionado con
la asunción en cuerpo y alma a los cielos, Lutero nada dice, guarda
silencio. Para ellos, por ningún motivo se puede hablar de María como
Mediadora, no ven problemas en decir ruega por nosotros, sin embargo la
oración del Ave María esta prohibido entre sus fieles. En sus ritos
consideran tres fiestas marianas, La Anunciación, la Visitación a Isabel y
la Purificación de la Virgen en el Templo.
He mantenido correspondencia con un Arzobispo Anglicano, incluso en su
pagina WEB, tiene reflexiones escritas por mi, así me ha dado a conocer que
aunque no se opone a la devoción por la santísima Virgen Maria , los dogmas
marianos como la Inmaculada Concepción y la Asunción a los Cielos, no son
aceptados como dogmas por los anglicanos y por lo general no se acepta el
Culto por la Virgen y por nada aceptan el rezo de Rosario.
En otro caso, un ciudadano armenio, fiel de la Iglesia Ortodoxa , me ha
mostrado una indescriptible devoción mariana, me ha invitado más de una vez
a rezar el Magníficat, lo que hace cada mañana, para ellos la santísima
Virgen es la llena de gracia, siempre y absolutamente Virgen antes, durante
y después del parto y expresa que “ La santa Madre de Dios ha sido asunta al
cielo con su cuerpo por virtud de Cristo”, por tanto, esta inmune de todo
pecado.
9. MARIA EN RELIGIONES NO CRISTIANAS
La única referencia de testimonio personal que tengo, es de un amigo
musulmán, el que llama a María con el nombre de Maryam. El es muy religioso
del Islam, y en nuestras conversaciones, los que nos une mas es hablar de
Maria o Maryam. De Cristo tiene un gran respeto, para el, es el mayor entre
los profetas, el más importante después de Mahoma.
En efecto, la única mujer mencionada en el Corán con nombre propio es Maria,
recoge y expone cinco episodios en la vida de su vida, estos son la
natividad, retiro en el templo, anunciación, parto y defensa ante la
reacción frenética de sus parientes, por tener un hijo sin estar casada.
Ellos la leen con gran devoción, y me ha dicho sobre el gran respeto que hay
entre los musulmanes por los templos marianos.
Mucho se habla también de la admiración de Mahoma hacia María, algo que
llama mucho la atención a los teólogos. En efecto el profeta del Islam,
defiende a María de las imputaciones de los judíos, y critica a los
cristianos a quienes acusa de hacer de ella una diosa. Pero a pesar de esto,
sitúa a María en un puesto extraordinario, aún más, no comparte a ninguna
otra mujer en este sitio e introduce a María entre los grandes predestinados
de Dios, además de decir que ella es un modelo y ejemplo para los que creen.
10. NUESTRA SANTISIMA VIRGEN MARIA EN NUESTRA FE
Decimos con gran cariño, la Santísima Virgen María , y es porque es nuestra
primera y gran santa, y a muchos católicos, nos nace un gran deseo y
necesidad de venerarla, al hacerlo, nos damos cuenta que a través de ella y
de forma muy autentica, nos acercamos más a Jesucristo. Maria, es para el
mundo de nuestra fe, la estrella que ilumina en el camino hacia su Hijo, en
efecto, seguir los pasos de María, es llegar a Jesucristo y a través de El
al Padre.
Lo que más nos atrae, es la hermosa santidad de María, la que descubrimos al
adentrarnos en la Palabra, la que meditada con el corazón, nos hace
encontrar mucho más de todo lo que literariamente se puede decir. San Lucas,
nos presenta a la joven María , en el momento que el Verbo, comienza a estar
entre nosotros para cumplir su misión salvadora. María, madre de Jesús,
vivió y participo del misterio de su Hijo, ella fue un alma unida a Jesús y
quien vive unido al Hijo vive también con el Padre. María convivió muchas
experiencias junto a Jesús, la experiencia pascual que su hijo iba
realizando, para que nosotros nos salváramos. Así María, es una mujer
espiritual, no podía ser de otro modo, ya que fue el reflejo de la
espiritualidad de su hijo.
María, fue una joven sencilla, sus palabras demuestran que tiene ingenuidad,
sinceridad e inocencia, no conoce la malicia, en plena anunciación, ella le
dice al Ángel, ¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?, habrá pensado como es
posible, esto sin conocer varón. (Lc 1,34). Ella no esta objetando el hecho
de ser virgen, sino que esta preguntando algo de mucha importancia, porque
esta participando en la historia de la salvación. La conversación debe haber
sido muy suave, el Ángel le dice: Para Dios, nada es imposible, (Lc1, 37).
Esto, porque el acontecimiento que nos trae la salvación, es por una
manifestación de Dios.
Tenemos a veces la tendencia a pensar en una María tranquila y pasiva,
quitada de bulla, semi oculta de la sociedad donde vivía, pero no era así.
María sabía que para agradar a Dios, era necesario una vida ejemplar, pero
eso no significa que no tuviera ella una visión profética, una visión
salvadora, como lo demuestra en el Magníficat, fragmento del evangelio, que
nos presenta el cántico de María, el que responde a una explosión de júbilo
en Dios, incubada desde que se había realizado en ella el misterio de la
encarnación. “El himno de María no es ni una respuesta a Isabel ni
propiamente una plegaria a Dios; es una elevación y un éxtasis” y una
profecía. María con su cántico se hace totalmente disponible a la gracia,
mostrándonos cuan grande es el deseo de vivir para la santificación de los
hombres.
María estaba siempre junto a su niño, que crecía y se desarrollaba lleno de
sabiduría, y la gracia de Dios permanecía con él. (Lc, 2,40). Podemos
imaginar el gran amor y el tierno cuidado por su hijo, ella que le había
dicho al Ángel antes que se fuera: -Yo soy la servidora del Señor, hágase en
mí tal como has dicho -. (Lc 1,38)
San Juan, nos muestra a la Virgen María , a través de Jesús, quien
hablándole a sus discípulos antes de la partida, les dice un ejemplo: La
mujer se siente afligida cuando está para dar a luz, porque le llega la hora
del dolor. Pero después que ha nacido la criatura, se olvida de las
angustias por su alegría tan grande; piensen: ¡un ser humano ha venido al
mundo! (Jn 16,21), con lo que nos muestra como el estaba empapado del amor
de su Madre. En las últimas palabras de Jesús en la cruz, dice ver a la
Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: - Mujer,
ahí tienes a tu hijo -. Después dijo al discípulo: - Ahí tienes a tu madre -
(Jn 19, 25-27)
María, la buena madre, unida más que nadie a Jesús, - Cerca de la cruz de
Jesús estaba su madre – (Jn 19,25), esta también unida como nadie a
nosotros, como madre de todos los cristianos. María, después de haber sido
físicamente la madre de Jesús, ha pasado ahora a ser nuestra madre
espiritual.
La santidad de María, concebida inmune del pecado original, de naturaleza
humana, bendecida entre las mujeres, Virgen inmaculada, pudo hacer una vida
distinta, sin embargo ella libremente eligió vivir en plena solidaridad con
Jesús.
Aunque los Evangelios, no dedican comentarios sobre la experiencia personal
de María en muchas etapas de su vida, con lo poco que hay escrito, sabemos
mucho de ella, es así como sabemos de su visita a su prima Isabel, sabemos
de los difíciles momentos de duda de José su esposo, el viaje a Belén, el
nacimiento de su hijo Jesús, la huída a Egipto, sabemos de sus angustias por
la perdida de Jesús en el templo y conocemos de su dolor al ver a su hijo
camino a la Cruz, la crucifixión y los últimos instantes de Jesús antes de
morir.
María tiene siempre en su corazón a su Hijo y las cosas de su Hijo, cuando
Jesús se perdió en el Templo, María le dijo: “Tu padre y yo hemos estado muy
angustiados mientras te buscábamos”. Luego Jesús regresó con ellos, llegando
a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte,
guardaba todas estas cosas en su corazón. Mientras tanto, Jesús crecía en
sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres. (Lc 2, 48-52
María, fue elegida por Dios, para vivir con Jesús y en Jesús el misterio
pascual de su Hijo, ella fue absolutamente privilegiada por Dios, para que
participara de un modo especial el misterio pascual de Jesús. Ella concibió
a Jesús antes "en su espíritu que en su seno". (San Agustín).
Es así como, la espiritualidad de María, se ubica de un modo especial en la
maternidad y en la participación de la existencia pascual de Jesús, es así,
como ella es para nosotros madre de nuestra vida espiritual. Es decir, vida
espiritual que nos empapa del misterio pascual de Jesús, nos hace cambiar,
nos transforma y, nos hace unirnos fuertemente, aferrados por el Espíritu de
Cristo, nos convierte en dóciles al Señor, nos hace disponible al amor de
Jesús.
La disposición de Maria con Dios Padre y con Dios Hijo, es para nosotros sus
hijos nuestra meta de vida, porque ella no se dejo guiar por su Espíritu,
sino que por el Dios Padre y el del Dios Hijo, con lo cual nos enseña y nos
motiva, para que seamos un solo Espíritu con nuestro Señor Jesús, del mismo
modo como ella se dejo vivir íntimamente por el misterio pascual del Cristo.
El Espíritu de Jesús que obra dócilmente en María y ella ha vivido una
experiencia espiritual caracterizada por el continuo pasar del vivir según
la carne al vivir según el espíritu. Ella es la inmaculada María, es toda
santa. Desde su concepción está inmune de cualquier culpa y recibe la gracia
de ser espíritu participando en el misterio pascual de Jesús. De este modo
es como, para favorecer la obra del misterio pascual en su ser personal,
ella se abandona totalmente al Espíritu. Dijo María: - Yo soy la servidora
del Señor, hágase en mí tal como has dicho -. Es decir, se muestra
totalmente dispuesta a dejarse llevar por el Espíritu, Es en lo interior de
su ser donde la Virgen María encuentra verdaderamente a su Dios.
11. LA LUZ DE MARÍA, NOS ALUMBRARA EL CAMINO
El Verbo es la luz verdadera. (Prólogo de san Juan, 1, 1-18), Así como Dios
es verdadero, Cristo también es el pan verdadero, así el Verbo es llamado
luz verdadera. Esta luz del Verbo ilumina a todo ser humano, luz verdadera,
la luz que ilumina a todo hombre. - san Juan 1, 9 – Y vino la Luz a Israel
con su Ley, con sus profetas, con sus enseñanzas; le anunciaron un Mesías.,
y fueron rebeldes — ¡tantas veces! — a esta Luz de Dios, del Verbo. Y vino
el Verbo encarnado a ellos, a su pueblo, al pueblo que le esperaba, y cuando
llegó a ellos., Israel no le conoció, no lo recibió., y ¡crucificó! al
Mesías, a Jesús, Hijo de Dios, Hijo de la Virgen María.
Frente a este panorama de incredulidad, de paganismo y de un Israel, que no
recibe la Luz del Verbo, trágica actitud del mundo frente a la Luz, nuestra
buena Madre de Dios, la Virgen Maria, nos ha mostrado y nos muestra la
ventaja incomparable que se sigue a los hombres y mujeres, es decir todos
los seres humanos, el dejarse iluminar por esta Luz de Dios.
A los que si creen, tienen un gran don: el poder ser hijos de Dios. Pero a
todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al
creer en su Nombre. El Gran Don de la Filiación Divina de los Hombres dado
por el Verbo Encarnado.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de
Jesús. (Lc, 1,31). La Virgen Maria ha dado luz a la Luz del Mundo, luz que
se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel (Lc 2,32), ¡Feliz
la que te dio a luz y te crió! (Lc 11,27) Feliz María, felices nosotros por
nuestra Madre de Dios, que ha dado a luz a la Luz.
Jerusalén, acoge la Luz. Acoge a Aquel que es la Luz: «Dios de Dios, Luz de
Luz (...) engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien
todo fue hecho que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó
del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre» (Credo). Jerusalén, acoge esta Luz. Homilía de S.S. Juan
Pablo II en la solemnidad de Epifanía
Ponemos hoy, en nuestra santa Madre de Dios, toda nuestra confianza en el
futuro, en el camino que habremos de recorrer para ir a anunciar la Buena
Noticia, le pedimos que nos acompañe, que nos ilumine en las sombra y haga
brillar su resplandor para que no caigamos en la oscuridad y no equivoquemos
de camino.
Tú (María) eres esplendor que no ensombrece la luz de Cristo, porque vives
en Él y para Él. S.S. Juan Pablo II.
Le confiamos a la Virgen, nuestra vida como sus hijos, ella que crió con
tanto amor a Jesús, le pedimos por aquellos niños que están por nacer, para
que vean la luz y conozcan la Luz y por aquellos chicos que vinieron a la
luz, se dejen guiar por la Luz, a los jóvenes para que maduren en la bajo la
Luz de Cristo y al resto del mundo para que sepan que la verdadera esperanza
es Cristo, la luz verdadera, la luz que ilumina a todo hombre (Jn 1, 9).
La santísima Virgen María es cristalina porque es absolutamente
transparente, es pura y limpia total, ella se deja traspasar por la Luz que
es su Hijo. María, supo amorosamente acoger en su corazón a quien el mundo
no supo reconocer. A través de Ella y por medio de Ella, vino la luz
verdadera, la luz que ilumina a todo hombre. Seamos también nosotros
transparentes como María, así, de este modo permitir que la palabra de vida,
se acerque a través nuestro a todo el que la necesite.
Al mirar a María, al fijarnos en su corazón tierno de mujer y de Madre,
podemos contemplar la Luz que el Padre ha querido entregarnos por gracia de
su amor infinito. Al contemplar a María, descubrimos la presencia de esa luz
silenciosa que lleva a revelar el sentido de las cosas y de la vida. La
diáfana y traslúcida Virgen Madre de Dios, nos invita a dejar que la luz de
Cristo traspase toda nuestra vida, todos nuestros espacios, para que no haya
oscuridad ni tristeza en nosotros, pues somos hijos amados de Dios.
La vida cristiana es un camino dulcemente acompañado por María, somos
peregrinos y ella, “brilla ante el pueblo de Dios peregrinante, como signo
de esperanza segura y de consuelo” -LG 68 -
12. SER TESTIMONIOS VIVOS PARA QUE NOS CREAN
Necesitamos ser testimonios vivo para poder llegar con nuestro mensaje
misionero, en los Hechos de los apóstoles (Hech 2), Pedro, presentándose con
los Once, levantó su voz y les dijo: "Judíos y habitantes todos de
Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras.”
“Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron
unas 3.000 almas.”. Esto es decir, que con una predica, se convirtieron
3.000, y sucede que hemos oído talvez mas de 3.000 predicas y hemos visto
que pocos o ninguno se ha convertido, y ni siquiera nosotros totalmente.
¿Por qué Pedro logro esto?, el conoció a Jesús quien lo eligió, caminó junto
a el unos tres mil días, comió, durmió y paso muchas horas junto a Jesus,
tuvo momentos de dudas, lo negó pero también le reconoció su amor, vio a
Jesus hacer milagros y compadecerse de los enfermos, es decir, llego a ser
un testimonio vivo de Cristo. Entonces la actitud de Pedro, de ser
testimonio vivo, nos enseña que nosotros también tenemos que serlo, si
queremos llegar con nuestro mensaje y para que nos crean.
13. MARIA COMO MODELO, NOS AYUDA PARA LLEGAR A LOS HOMBRES
¿Por qué tomar a María como modelo?, porque el modelo de Maria, nos ilumina
con el resplandor que ella deja traspasar por la luz de su Hijo. Así de este
modo, la Virgen María nos alumbra la vida, y nos ponemos en sus brazos bajo
se manto de amor, hacemos nuestra vida diaria con ella en el corazón, en la
esperanza de su amor y nuestro corazón late fuertemente motivado por el
impulso de su amor, confiados en que con su ayuda, haremos bien nuestra
misión.
El tomar como modelo la vida de María, nos hace nuestra vida hermosa y nos
une, su ternura nos enseña a amar a nuestros hermanos y a buscar la
rencociliación como buenos hijos del Dios de la vida. Con ella, sentimos que
es hermoso el don de la amistad, que con tanta preocupación nos en seña en
las boda de Cana, donde ella no solo es buena madre, también es buena amiga
y solidaria cuando trata de salvar a sus amigos de la vergüenza de no poder
agasajar adecuadamente a sus invitados, y recurre a su divino Hijo.
El modelo de María, no llama a ser como su hijo Jesús, solidario con los
pobres, con natural inclinación de hacer el bien, motivados a ayudar y a
cuidar a los enfermos, y a ser útil para servir a los demás.
Maria también nos motiva a constituir una familia feliz, para que los
jóvenes sepan de la alegría de sus padres y entiendan la preocupación de
ellos para que sean una familia unida y necesitada del amor mutuo. María nos
enseño que siempre tiene siempre en su corazón a su Hijo y las cosas de su
Hijo, por eso cuando Jesús se perdió en el Templo le dijo: Tu padre y yo
hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos. Para nosotros como
padres, regresar al hogar y encontrarnos con los hijos, es una gran alegría,
y damos gracia a María por su protección.
María, nos acerca como madre a su amado Hijo, nos consuela y nos renueva la
esperanza, y nos invita a que abramos nuestro corazón para habite en el su
Hijo Jesús. María nos llama para que nos alimentemos de Jesús en la
eucaristía de cada domingo, para que así, con Jesús en nosotros, tengamos
más comprensión de nuestros hermanos o de nuestros hijos, creciendo en amor
con los demás. Con este llamamiento, nos sentimos los hijos amados de Dios,
hermanos de Jesús, plenos de El en la comunión y le decimos en la
Eucaristía, gracias por quedarte con nosotros hasta el fin de los tiempos y
le decimos a María, gracias por acercarnos a tu Hijo.
Entonces cuando nos vean y nos pregunten de quien hemos aprendido es modo de
vida, podremos decir que hemos mirado a Maria, Madre de Dios, y buscamos ser
como ella.
14. MARIA NO ABANDONA A SUS HIJOS, NOS ACOMPAÑARA SIEMPRE EN NUESTRA MISION.
María, esta con nosotros durante todo el día, con ella nos sentimos
tranquilos como un niño que descansa en los brazos de su madre. Cuando
estamos con pena y dolor, igual como ella, cuando estuvo frente a la cruz,
nos sentimos consolados, por que Jesús nos la dejo como nuestra madre,
Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a
la Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Después dijo al discípulo: “Ahí
tienes a tu madre” (Jn 19, 25-27) Y desde aquel momento el discípulo se la
llevó a su casa y nosotros la traemos a la nuestra y nos llenamos de
alegría. Decimos entonces, gracias Jesús, por dejarnos a María como nuestra
Madre, con ella, no tenemos miedo, nos sentimos seguro y nos ayuda a
buscarte, especialmente cuando tenemos peligro de caer o cuando caemos y
buscamos ser perdonados por ti.
El amor de María, el mismo que ella tuvo por Jesús, nos reconforta, nos
levanta con su radiación y nos invita permanentemente a mirar a Jesús, como
ella lo miro en la cruz. Mirar a Jesús, amor encarnado, Hijo del Padre que
nos ama sin condición. Ella nos muestra como mirar a Jesús crucificado, para
amarlo, y también sufrir y saber perdonar, ¡Padre, perdónalos porque no
saben lo que hacen!
Recordemos como María nos enseña mirar a Jesús en Belén, desde ese instante
aprendemos a amarlo y, luego nos formamos como discípulos de su hijo amado.
María fue fiel a su Hijo y lo siguió hasta la muerte en la cruz y con su
fidelidad nos motiva para seguir a Jesús hasta la misma cruz. María nos
enseña a ser obedientes con su Hijo, "Haced lo que El os diga" (Jn 2:5)-.
Maria nos muestra con su fidelidad al Padre y su solidaridad con su Hijo, un
modelo de vida. Así es, como damos al Padre, Gracias por María, así como
decimos al Hijo, gracias por darnos una madre fiel, amorosa. Gracias porque
María nos ayuda sentirnos hijos amados del Padre, hermanos de Jesús.
Gracias, porque su resplandor de buena mujer y buena madre, brilla ante
todos sus hijos, alumbrándonos el camino para llegar a Jesús.
Con gran confianza, con mucha esperanza, acompañados por la Santísima Virgen
María, salgamos a la misión universal que nos encomendó el Señor Jesus:
"Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación” (Mc
16, 15), Maria Madre de Dios, nos ayudara a misionar, en nuestras casas, en
nuestro trabajo cotidiano, con nuestros amigos, con nuestros vecinos, es
decir en todo lugar.
Maria, Madre de Dios, ruega por nosotros
Fuente:
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