Orar con María, Orar a María

María, la primera redimida

 

Fray Martín Irure, ofmcap.

 

Ambientación

 La Virgen María fue la mujer que entró de lleno en la historia de la salvación de los hombres, soñada y realizada por el mismo Dios. Ella aceptó voluntariamente poner toda su persona al servicio de la voluntad del Padre. Así, María colaboró con una presencia muy activa, en la obra de la redención. Y ella misma fue la primera agraciada, la primera redimida, que recbió los efectos de la salvación de su Hijo Jesús.

Lectura de la Palabra (Ef 2, 7-8)

Dios quiso mostrar a los siglos venideros la inmensa riqueza de su gracia, por la bondad que nos manifiesta en Cristo Jesús. Por la gracia, en efecto, han sido salvados mediante la fe, y esto no es algo que venga de ustedes, sino que es un don de Dios.

Reflexión

La salvación llega total a María, la llena de gracia.
Ella es la primera agraciada con el don gratuito de la salvación.

En ella se manifiesta toda la plenitud de la redención.
La preservada de todo pecado, la llena de gracia, la colmada de virtudes.
En ella está toda la Vida. En ella está el Autor de la Vida.

¡Cómo sorprende en María el fruto de la redención!
¡María, la sencilla, la desconocida, la ignorada!

María lleva en sí misma el don de Dios, la gloria de la gloria,
con que el Padre nos agració en su Hijo amado.

Y María es la “agraciada”, porque no conoció pecado,
porque el Señor la amó privilegiadamente.
Porque la embelleció con cariño infinito.

María es ante la historia la obra perfecta de la creación,
el fruto bendecido del amor de Dios.
Y para nosotros, la señal de nuestra salvación.

Revisión de vida

- ¿Hay en nuestra devoción mariana algo confuso o erróneo?
- ¿Meditamos, al rezar a la Virgen, cómo el Señor la fue preparando para su misión?
- ¿Sentimos que Dios también nos regala a nosotros dones y cualidades para ponerlos al servicio de los demás?
- ¿Qué proponemos hacer en este sentido?

Oremos al Señor

Escúchanos, Padre...

- Para que, como María, sepamos descubrir los dones que el Señor nos regala. Oremos.
- Para que, como María, pongamos al servicio de los necesitados nuestro tiempo y cualidades. Oremos.
- Para que, como María, nos sintamos redimidos por el Señor. Oremos.

Dios todopoderoso, que, según lo anunciaste por el ángel, has querido que tu Hijo
se encarnara en el seno de María, la Virgen, escucha nuestras súplicas
y haz que sintamos la protección de María los que la proclamamos verdadera Madre de Dios.