Orar con María, Orar a María

María, en el centro de la Iglesia peregrina

 

Fray Martín Irure, ofmcap.

 

Ambientación

   La Iglesia - nos dice el Concilio Vaticano II - es la “congregación de todos los creyentes que miran a Jesús como autor de la salvación. Es convocada y constituida por Dios para que sea sacramento visible de salvación para todos y cada uno”. La Iglesia camina por el desierto de la vida, en una peregrinación de fe y esperanza. A María le vemos acompañando a los cristianos en su historia personal y comunitaria.

Lectura de la Palabra (Jn 17, 20-23)

Jesús dijo:
- No te ruego solamente por ellos, sino también por todos los que crecerán en mí gracias a su palabra. Te pido que todos sean uno lo mismo que lo somos tú y yo, Padre. Y que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado, Yo les he dado a ellos la gloria que tú me diste a mí, de tal manera que puedan ser uno, como lo somos nosotros. Yo en ellos y tú en mí
, para que lleguen a la unión perfecta y el mundo pueda reconocer así que tú me has enviado y que los amas a mí.

Reflexión

Jesús ora por la unidad de los suyos. El Padre y el Hijo están estrechamente unidos.
Esta unidad es la fuente y el modelo de la comunión de los hermanos.
La Iglesia, como Madre de los fieles, suscita y conserva la unidad de los hermanos en Cristo.
María es figura y Madre de la Iglesia, que es también Madre.
En el orden de la fe, de la caridad y de perfecta unión con Cristo.

María, creyendo y obedeciendo, engendró a Jesús.
La Iglesia, realizando la voluntad del Padre, es elegida para ser Madre, por la Palabra recibida,
por el bautismo que engendra a la nueva vida inmortal.
La Iglesia en María llegó a la meta, a la glorificación.
La Iglesia en sus fieles se esfuerza por vencer el pecado y crecer en santidad.

El pueblo cristiano, al venerar a María, se une a la Iglesia, a la Virgen glorificada.

La Iglesia busca y anhela la gloria del Señor y la salvación de los hombres.
La misión evangelizadora toma de María su fe, fuerza y esperanza.

Revisión de vida

- ¿Percibimos la relación que se da entre María y la Iglesia?
- ¿Nos damos cuenta de que la Virgen María nos ayuda cuando nosotros vivimos unidos a la comunidad cristiana?
- ¿Qué señales damos de que estamos integrados a nuestra Iglesia? ¿Tomamos parte activa en la pastoral de nuestra parroquia, en los movimientos apostólicos o en alguna comunidad cristiana?
- ¿Qué nos proponemos hacer en este sentido?

Oremos al Señor

Te damos gracias, Padre...

- Porque nos unes al misterio de la iglesia. Oremos.
- Porque nos llamas a formar comunidad con otros hermanos. Oremos.
- Porque quieres que colaboremos en el apostolado de la Iglesia. Oremos.

Dios todopoderoso, que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles,
reunidos en oración con María, concédenos, por intercesión de la Virgen,
entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre
con el testimonio de la palabra y de la vida.