Orar con María, Orar a María

María, alabanza al Dios de la historia

 

Fray Martín Irure, ofmcap.

 

Ambientación

María es la expresión viva e intuitiva de la acción de gracias al Señor. Hace memoria de las maravillas que el Altísimo ha ido realizando en favor de su pueblo. Y, al sentirse invadida por el Espíritu, la alabanza al Creador sale impetuosa de su corazón, rebosante de gracia y agradecimiento.

Lectura de la Palabra (Lc 1, 47-48)

María dijo:
- Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mí espíritu en Dios, mi Salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.


Reflexión

María recorrió todos los caminos de fe y esperanza de los hombres.
Es el memorial vivo y constante de las grandezas que Dios ha regalado a los hombres.

Es la voz que sabe oír y cantar la multitud de favores, que Dios entrega al mundo.
María confía y se abre al misterio de Dios. María reconoce y proclama gozosa
las primeras y últimas maravillas del Todopoderoso.
María recibe la revelación del misterio.
Dios se abre a María. Y María se abre a Dios, a la plenitud del Verbo,
hecho carne en ella, a la sombra del Espíritu.

Ella es la agraciada y la llena de gracia. Ella es la agradecida a la donación del Altísimo.
Ella es el punto de encuentro de Dios y el hombre. En ella se cumplen las profecías.
En ella se realiza la promesa, hecha a los antepasados.
En ella se une la salvación, que viene de lo alto,
a favor de la descendencia de Abrahán, el padre en la fe.

María es, toda ella, el cántico de alabanza,
que resuena por todos los ámbitos de la historia humana.
Ella es el mejor himno, nunca mejor cantado, por criatura humana.

Revisión de vida

- ¿Nos dirigimos a Dios en la oración para alabarle y darle gracias?
- ¿Vemos la huella y la gracia de Dios en nuestra vida?
- ¿Cómo siento y actúo ante los problemas y dificultades propias y ajenas?

Oremos al Señor

Te damos gracias, Padre...

- Porque en María nos das un modelo de alabanza por los dones recibidos. Oremos.
- Porque en María nos enseñas a ser agradecidos. Oremos.
- Porque en María nos indicas cómo contemplar las maravillas del Señor. Oremos.

En verdad es justos y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que hiciste en la Madre de tu Hijo grandes maravillas,
y por ella no cesas de actualizar la salvación en nosotros.
Pues María, por tu providencial designio, ejerce su función maternal en la Iglesia
y es fiel dispensadora de tu gracia;
por su palabra nos aconsejas, por su ejemplo nos mueves a seguir a Cristo
y por sus ruegos nos perdonas.
Por eso, Señor, te damos gracias.