Orar con María, Orar a María

María, victoria de Dios sobre el mal

 

Fray Martín Irure, ofmcap.

 

Ambientación

 En el “Magníficat”, María canta el poder de Dios, que desbarata a los soberbios, despoja de sus bienes a los ricos y sale en favor de los desposeídos y humildes. La Virgen canta la misericordia del Señor, que la derrama a todos los hombres de todos los tiempos.

Lectura de la Palabra (Lc 1, 49-53)

María dijo:
El Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo,
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.


Reflexión

La llena de gracia, María, canta al Dios que es santo.
Hace obras grandes en favor de la humanidad.
Dios es la fuerza que destruye el mal, la injusticia, la dominación, la soberbia.
María es la profetisa de los pobres. Anuncia la salvación, denuncia la injusticia.

María, la humilde, proclama con energía el poder del Señor,
que salva a los pobres, enaltece a los pequeños,
oculta los secretos del Reino a los sumergidos en el poder.

María entra en el misterio del Hijo que, en la debilidad de la carne,
en la ignominia de la cruz, en la necedad de la muerte,
trae a los hombres la fuerza de Dios.

Nueva Eva es María, porque vence en sí misma al tentador que engañó a la primera Eva.
Verdadera “Madre de los vivientes”, María alaba con vigor al que es la fuente de todo valor.

Ella experimenta cómo la cruz lleva a la resurrección.
Cómo la muerte lleva a la vida. Cómo la verdad de Dios está sobre el mal.
Cómo la vida es fruto del amor.

Revisión de vida

- ¿Sabemos ver con los ojos de la fe más allá de la superficie de los hechos?
- ¿Sentimos que el Señor está con nosotros y que nos da su fuerza para superar el pecado y el mal? ¿Nos hieren las injusticias y luchamos contra ellas?
- ¿La devoción a María nos lleva a asumir estas actitudes?

Oremos al Señor

Escúchanos, Padre...

- Para que, como María, sepamos vencer el mal a fuerza de bien. Oremos.
- Para que, como María, tengamos la fortaleza de combatir el mal en nosotros y en los demás. Oremos.
- Para que, como María, nos sintamos fuertes con el poder del Señor, que nos ayuda. Oremos.

Señor, Padre santo, al recordar jubilosos a la bienaventurada Virgen María,
por quien nos abriste el manantial de la salvación, Jesucristo, tu Hijo ,
te pedimos poder ofrecer los frutos abundantes del Espíritu Santo,
bebiendo constantemente de esa fuente de vida.