Orar con María, Orar a María

María de todos los caminos

 

Fray Martín Irure, ofmcap.

 

Ambientación

 A María le vemos recorrer los caminos de Palestina. Nazaret, el pueblito de Isabel en la montaña de Judea, Belén, Egipto, Jerusalén, Caná, Nazaret. Son los puntos de la geografía de María. En cada lugar, realiza su tarea y su misión. No fueron viajes de turismo. Fueron arduas y peligrosas caminatas, para realizar lo que el Señor le pedía.

Lectura de la Palabra (Mt 2, 13-15)

El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
- Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. José se levantó a noche, tomó al niño y a su madre, y partí hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes.

Reflexión

Los caminos de Palestina y los del lejano Egipto conocían sus pasos y sus afanes.
María se lanzó a caminar, impulsada por el Espíritu.
Ella llevaba, una veces, al Hijo. El Hijo siempre la conducía.
Caminos de riesgo y de peligro, de asaltantes y ladrones.
Caminos de miedo y persecución, de interrogantes y de exilio.
Caminos de cruz y de Calvario, de Pascua y Resurrección.

María hizo caminos para acompañar, proteger y apoyar al Hijo, incomprendido y perseguido.
Para ayudar a la primera, necesitaba en su alumbramiento.

Hoy María recorre los caminos de la historia de la humanidad.
Ella es el cruce de caminos, donde se encuentran todos los peregrinos de la tierra.
En ella se dan cita los caminos del Viejo Testamento.
Aspiraciones y promesas, esperanzas y desiertos.
Ella abre la nueva Alianza, camino definitivo, de amor y plenitud.

Desde ella, glorificada, los caminos de dolor y de gozo encuentran su sentido.
Con ella, resucitada, se encuentran en el Hijo todos los caminos de los hombres.
Hacia ella, asunta al cielo, se dirigen todos las sendas de los gozos y esperanzas
de los peregrinos de la tierra.
¡Santa María de todos los caminos, guía nuestros pasos hacia la patria definitiva!

Revisión de vida

- ¿Entendemos nuestra vida como una peregrinación a la vida verdadera? ¿Cómo empleamos el tiempo, que es tiempo de salvación?
- ¿Damos a los demás razones para esperar? ¿Acompañamos a los demás en sus situaciones difíciles? ¿Salimos al encuentro de los más necesitados?

Oremos al Señor

Te damos gracias, Padre...

- Porque en María nos das la esperanza de la vida verdadera. Oremos.
- Porque en María nos señalas caminos de alegría. Oremos
- Porque en María nos das ejemplo y alimento para superar los miedos y las tristezas. Oremos.

Oh Dios, que presentaste en María Virgen
los caminos para la venida de tu Hijo, nuestro Salvador, concédenos que, por su intercesión, encontremos y recorramos el camino del Evangelio, para llegar un día a la patria del cielo.