La fe de la Virgen

 

Padre Gabriel María Roschini, O.S.M

 

  La Santísima Virgen tuvo en la Tierra más fe que todos los hombres y todos los ángeles juntos. Su fe estuvo sometida a una triple prueba: La prueba de lo invisible, la prueba de lo incomprensible y la prueba de las apariencias contradictorias.
Ella superó esa triple prueba del modo más heroico.
En efecto vio a su Hijo en el establo de Belén y creyó que era el Creador del Universo.
Lo vio huir del Rey Herodes y no dejó de creer que era el Rey de los Reyes.
Lo vio nacer en el tiempo y creyó que era Eterno.
Lo vio niño y creyó que era Inmenso.
Lo vio pobre, necesitado de alimentos y de ropa, y creyó que era Señor del Universo; lo vio débil, llorando sobre el heno y creyó que era Omnipotente.
Lo vio, finalmente, maltratado y crucificado, morir sobre el más ignominioso patíbulo, y creyó siempre en su Divinidad.
Mientras los otros vacilaban en la fe, Ella permaneció siempre firme, no vaciló jamás.


P. Gabriel María Roschini, O.S.M. «Instrucciones Marianas», Ediciones Paulinas, São Paulo, 1960, p.162