“Joya deslumbrante...

Padre Felipe Santos Campaña SDB


Texto:

“Joya deslumbrante, rosa naciente, lirio de castidad que conducís a los puros hacia la dicha del cielo. Totalmente bella, sin vestigio de mancha, haced que, casto y alegre, os alabe cada día. Que yo viva la pureza y la modestia, que sea amable, sobrio, piadoso, recto, sereno y pacífico” (Del canto Omni die, siglo XII).

Comentario: María Virgen: Vengo esta mañana a tu presencia, el mejor tiempo infinito que está en tus manos. ¿Quién podrá contar hoy los minutos que dedique a amarte? Nadie. Sólo tú y yo. Formamos una intimidad tan estrecha que yo, Adelia, no puedo pasar sin ti ni tú, madre, sin mí.

Hoy vengo a suplicarte que me mantengas en pureza de costumbres. Sabes que es la gran lucha de nuestros días. Nadie aprecia el júbilo de ser casto en esta sociedad de consumo. Al contrario: parece una tontería mantener la bella virtud en medio de tantas tentaciones e imágenes que inculcan lo contrario.

Sin embargo, Madre, percibo que en mi vida esta cualidad de tu pureza es para mí un arma extraordinaria para apartarme de lo vulgar y lo corriente, lo que se estila en mis días. Me fascina que estés sin mancha. Quiero cultivar esta perla en el océano de tu castidad. Hay una enfermedad que mata a mucha gente: el SIDA. Y la razón profunda de tanta muerte es la falta de castidad y de fidelidad. 

Todos buscan como remedio humano la ciencia. Y sin embargo, la abstinencia no se tiene en cuenta ni se valora. Pasan los ratos y los minutos entregados al sexo. Y el resultado es esta enfermedad en millones, y en otros la frustración. Porque no tiene sentido que, al practicarlo tanto, una vez que se han unido en pareja o matrimonio, se separan pronto. No hay aprecio ni valor por esta virtud.

Ortación: Virgen Santísima, la casta y alegre, haz que mi vida transcurra toda ella por los cauces de la pureza. Sé que el valor supremo que en mi vida cultivo es el amor, y como fruto de tanto amor, surge espontánea en mí la castidad. Que aunque tenga muchos peligros, sepa, Virgen pura, mantenerme en intimidad contigo, y que por todos sitios irradie tu amabilidad, serenidad, rectitud y paz que sólo, Virgen, se viven contigo.