“Ponerse en manos de María es...

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Texto: “Ponerse en manos de María es un gesto filial que revela confianza, plenitud de amor y pertenencia total” (Artículo 8)

Comentario: lo sugería D. Bosco en 1869, al proponer un acto de filiación por el que se toma por madre a la Virgen María.

Ponerse en manos de María es iniciar es iniciar una relación de afecto, de donación, de disponibilidad, de pertenencia, de apoyo en al patrocinio de María, colaboradora de Cristo.

Las Constituciones afirman que los Salesianos nos ponemos en manos de María para ser portadores de una espiritualidad juvenil, para construir pedagógicamente el testimonio vivo de la santidad juvenil, es decir, para ser, entre los jóvenes, testigos del amor inagotable de su Hijo. Es la misión que desde el principio nos indica la Regla (Const.2).

Nos encomendamos a la Madre de la Iglesia, es decir, a una madre laboriosa y constantemente solícita por su suerte en las vicisitudes de cada siglo. María es madre de los jóvenes y de las vocaciones.

Nos encomendamos a la Auxiliadora del Papa, de los obispos y del pueblo cristiano. Nos encomendamos a la humilde sierva en la que el Señor hizo obras grandes. Esta alusión al magnificat abre un horizonte amplísimo, donde aparece en rápida secuencia la historia dolorosa del hombre y de la intervención paterna de Dios, que de su humilde sierva hace punto de apoyo para comenzar a renovar la humanidad: es historia de salvación e invitación a confiar en María.

Los salesianos tenemos la responsabilidad de saber custodiar y promover la devoción de los ambientes populares a María y de favorecer entre los jóvenes un conocimiento más profundo de su Madre Auxiliadora, que desemboque en amor y en imitación.

Oración: Señor Jesucristo, que diste a san Juan Bosco como Madre, Maestra y Auxiliadora a tu Madre Santísima, y por su medio le indicaste el campo de su misión y le inspiraste la fundación de nuestra Sociedad, sigue mirando con benevolencia esta familia tuya, y haz que sintamos siempre viva entre nosotros la presencia y la obra de María: Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los cristianos. Concédenos ser entre los jóvenes testigos de su inagotable amor.