“Detente, detente...

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Texto:

“Detente, detente, Sulamita, detente, detente, para que te admiremos” San Pedro Damián, siglo XI).

Comentario: Me siento impelido, Virgen María, esta mañana a que te detengas en nuestras infidelidades. Ya sabes de qué estamos hechos. Tu gloria misma nos pide acudir a ti para implorar, mediante tu intercesión, la misericordia de Dios.

También acudo a ti esta mañana porque sé haces grandes cosas continuamente porque el Poderoso está en ti. Ante tu grandeza, me estimulo en el día de hoy a depositar mi confianza, mi infidelidad y tantas otras cosas en tu corazón de madre.

Detente junto a mí y junto a tantos otros que necesitamos de tu ayuda y auxilio. Quiero ser como tu amigo Damián un propagador de la confianza en ti. Nunca me defraudas. Y ante esta certeza, acudo a ti con mis faltas para que, a tu luz, comience a darme cuenta de que sólo mirando el espejo de tu integridad, me lance a ser cada día un apóstol que te admira y te hace admirar por parte de quienes estén más apartados de ti.

Me consuela esta mañana, en intimidad contigo, el hecho deque no pusieras dificultades a la acción de Dios en tu vida. Tenías el don de la admiración, del asombro ante las cosas de Dios. Falta me hacen a mí estas dos cualidades tuyas. Muchas veces, en el trayecto de la jornada, me dejo admirar por las criaturas. Y mientras en ellas veo la imagen de Dios, ¡magnífico!, pero otras veces no las contemplo de esta manera y falto a mi fidelidad al Señor y al amor que te mereces como mi madre celestial.

Un amigo mío me decía: Cada día lo paso divinamente porque sé que la Virgen se detiene ante mí para estimularme a que la mire con ojos de pulcritud.

Oración: Virgen admirable. Haz que mi día, con su trabajo y entrega a mis obligaciones, tenga siempre el perfume de tu admiración. Que no me pierda por sendas que no son dignas de la admiración que ejerces sobre mí, sino que, detenida en mi vida, la conviertas en un jardín bello para tus ojos. Gracias, madre del amor hermoso.