“Una buena casa debe reconocerse desde la puerta, y mostrar desde la entrada que no oculta tinieblas” (San Ambrosio).

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

“Así nuestra alma debe, sin estar dominada por el cuerpo, dar su luz al exterior, semejante a la lámpara que vierte desde el interior su claridad.

...Aunque Madre del Señor, aspiraba, sin embargo, a aprender los preceptos del Señor; Ella, que había dado a luz a Dios, deseaba, sin embargo, conocer a Dios.

Es el modelo de la virginidad. La vida de María debe ser, en efecto, un ejemplo para todos. Si amamos al autor, apreciamos también la obra; y que todas las que aspiran a sus privilegios imiten su ejemplo.

¡Qué de virtudes resplandecen en una sola Virgen! Asilo de pureza, estandarte de la fe, modelo de la devoción, doncella en la casa, ayuda del sacerdocio, Madre en el templo.

A cuántas vírgenes irá a buscar para tomarlas en sus brazos y conducirlas al Señor, diciendo:” He aquí la que ha custodiado mi Hijo, la que ha guardado una pureza inmaculada”.

Y del mismo el Señor las confiará al Padre, repitiendo las palabras que amaba:” Padre santo, he aquí las que Yo te he guardado. Pero que ya no han vencido por sí mismas, no deben salvarse solas, pueden rescatar, la una a sus padres, la otra a sus hermanos.

Padre justo, el mundo no me ha conocido, pero ellas me han conocido, y ellas no han querido conocer el mundo”.

¡Qué cortejo, cuántos aplausos de alegría entre los ángeles! Ella ha merecido habitar en el cielo, la que ha vivido en el mundo una vida celeste. Entonces, María, tomando el tamboril, conducirá a los corazones de las vírgenes, que cantarán al Señor y darán gracias por haber atravesado el mar del mundo sin zozobrar en sus remolinos. Entonces todas saltarán de alegría y dirán:” Oración: “Entraré en el altar de mi Dios, del Dios que es la alegría de mi juventud. Yo inmolo a Dios un sacrificio de alabanza, y ofrezco mis dones al Altísimo”.