“Esta es la más antigua oración a la Virgen. Data del siglo III. Se llama “Sub tuum” (Bajo tu amparo).

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Comentario: De antes del Concilio de Nicea es esta oración popular aún en nuestros días. Se encontró en el año 1938, en un papiro del siglo III, en una biblioteca de Manchester. La han conservado las liturgias griega y ambrosiana: “Bajo el amparo de tus misericordias nos acogemos, oh Madre de Dios, no desatiendas nuestros ruegos en las necesidades y sálvanos del peligro. Tú sola eres bendita.

Es el testimonio más antiguo de la fe en el poder mediador de María, pues se le pide no sólo que apoye nuestras oraciones cerca de Cristo, sino que además nos libre ella misma de los peligros a que estamos expuestos.

Por otra parte, la presencia de la invocación: “oh Madre de Dios”, prueba que esta denominación, de la que los más antiguos testigos- después de san Hipólito- son Orígenes y otros doctores alejandrinos, “ no era solamente un término de escuela, sino, en el sentido más exacto, un texto eclesiástico consagrado por el uso litúrgico. Es precisamente de Alejandría de donde será obispo san Cirilo, el gran maestro de la Maternidad divina.

El texto del rito romano dice: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desatiendas nuestras súplicas en nuestras necesidades, antes bien líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita”.

Oración: Virgen María, esta mañana me he quedado absorto meditando esta oración tan preciosa y tan antigua. Y me llama la atención que sigas siendo y lo seguirás siempre el amparo de cuantos te invocamos con fe y devoción sincera.

Haz que nunca me olvide de ti. Y que no sólo acuda a ti en mi necesidad, sino siempre por el placer de alabarte.