Maria desplazada

Padre Tomás Rodríguez Carbajo

. Hay temas inagotables, pero fuera del de Dios, no hay criatura de la que se haya hablado tanto, representado tanto, loado tanto, dedicado tanto tiempo como al tema de Maria, criatura, pero especial y única por su categoría de Madre de Dios.
. Muchas imágenes y de muy distintos estilos, de expresiones diversas ( pinturas, murales, esculturas, esmaltes, vidrieras, etc.) han hecho los artistas para presentarnos a esa Mujer única en la historia: Criatura y Madre del Creador.
. Encontramos su efigie en calles, paseos, templos, museos, plazas, en crestas de montañas y en profundidades del mar; en estampas, postales, sellos de correo, en pegatinas, en medallas, en llaveros, en vitolas, etc.
. No hay la misma intención al ir a distintos lugares a contemplarla:
- Para mirar su belleza artística: En museos y en exposiciones.
- Para invocarla: En catedrales, santuarios, parroquias, ermitas, oratorios.
. La gama de advocaciones es muy grande, el nombre de la advocación tiene origen distinto:
- Del lugar donde supuestamente se apareció.
- Del modo cómo se apareció.
- Representación de un misterio.
- Devoción que representa o a la que está ligada.
. ¿Para qué son las imágenes de Maria? Cuando el artista nos plasma su idea la mayoría de las veces su intención es que al contemplarla nos invite a amar a la Virgen. La belleza artística no está reñida con la devoción, al contrario, la belleza es un trampolín que nos lanza a la contemplación del amor de Maria, nuestra Madre, para con nosotros.
. Muchas imágenes, la mayoría, son de una gran belleza artística, si queremos contemplarlas tenemos que ir a verlas a un museo o exposición, allí están bien cuidadas y seguras, pero las sustraemos del lugar de culto para cuya finalidad la ideó y la realizó el artista.
. La finalidad de la imagen es suscitar mucho amor a la Madre y para ello es necesario un lugar y un ambiente adecuado. Los visitantes de museos y exposiciones contemplan la belleza de la obra artística, pero no descubren la hermosura interior de Maria, que es la que suscita en nosotros una oración. Deseamos menos visitas turísticas y más fervorosas oraciones en las que el hijo abre de par en par su corazón a la Madre.
. Nadie va a un museo o exposición a rezar y sí a una capilla, iglesia o santuario, ya que hay un ambiente de recogimiento, aunque no sea muy artística la imagen, allí se suscitan sentimientos de amor filial, que es el fin para el que el artista la ha ejecutado. ¡Ojalá que todas las imágenes susciten al contemplarlas un tierno amor filial, aunque estén desplazadas!