Madre de misericordia

Padre Tomás Rodríguez Carbajo  

 

. Las dos palabras, Madre y misericordia, se reclaman entre sí. Se tiene a la madre cono el mejor representativo del amor, no hay "faena" que un hijo haga que no encuentre perdón en el corazón de la madre. Cuanto más necesita el hijo más se vuelca el amor de la madre hacia él, por eso, si la misericordia es el amor compasivo hacia una persona necesitada, el corazón de la madre es el más misericordioso.

. Es consciente el hombre de que se encuentra con necesidades, problemas, miserias, peligros, tentaciones, etc..., por eso acude a María y le suplica que le mire con "ojos misericordiosos".
El amor misericordioso de María lo proclamamos con distintas advocaciones, v.gr. "Auxilio de los cristianos", "Refugio de los pecadores", "Consoladora de los afligidos" etc..., en todas ellas reconocemos la capacidad de María para compadecerse de nuestros males y necesidades.

. Toda súplica hecha a María lleva implícito su amor misericordioso, pues, mientras vivimos "en este valle de lágrimas", estamos sometidos constantemente a pruebas y dificultades.

. El amor misericordioso de María, que colabora con Cristo en la obra de la Redención, es una versión del amor misericordioso de Dios.

.Hubo rasgos en su vida en donde aparece de una manera explícita ese amor misericordioso: Cuando intercedió ante su Hijo en favor de los recién esposos de Caná. Ella detallista, en su vertiente de delicadeza, se dio cuenta del gran bochorno que se les venía encima a aquella pareja, es entonces, cuando se atreve a pedir algo a su Hijo no para que demuestre su poder divino, deslumbrando a los asistentes, sino para que ponga remedio a aquel problema de la escasez de vino, que no se había previsto.

. El amor misericordioso se dirige a todo aquello que es una necesidad sin catalogar preferencias, sino actuando en cada momento en conformidad con la necesidad que aparece. Ella colabora con la gran obra de nuestra Redención y con la solución de un problema material, que si bien no era necesario para la vida, si lo era para la felicidad de unos esposos y para el regocijo de unos invitados.

. El amor misericordioso de María no se ha agotado, pues, Ella sigue intercediendo ante su Hijo por nosotros, que siempre necesitamos su ayuda y Ella siempre nos la presta, ya que el amor de madre no se apaga nunca, con razón S. Bernardo pudo decir aquella oración del Acordaos Oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia, y reclamando vuestro socorro haya sido desamparado de Vos...

. Nadie que acude a María queda confundido, pues, la misericordia es fruto del amor y éste no tiene límite; cuanto más cerca se encuentra uno de Dios, más amor tiene y, por lo tanto, más misericordia. Quién es capaz de conocer el amor que María tiene?. Después de Dios no hay nadie que ame tanto como María.

. Nosotros, personas miserables, llenas de miserias somos objeto de predilección por parte de María, con razón la llamamos "Madre de la misericordia".

. Alabamos la virginidad de María, admiramos su humildad, exaltamos su maternidad divina, cantamos sus privilegios, nos alegramos de su Inmaculada Concepción, su Asunción al cielo; pero para nosotros tiene un sabor más dulce el experimentar su amor misericordioso, cuando pedimos a su omnipotencia suplicante:
-Salud, cuando estamos enfermos,
-Consuelo, cuando estamos triste.
-La gracia del arrepentimiento, cuando nos consideramos pecadores.
-Perseverancia en el bien, cuando la tentación nos visita.

. El amor de la madre se manifiesta más eficazmente cuanto mayor es la necesidad en que nos encontramos, el mayor mal que nos puede acaecer es el pecado y una mala muerte, de ahí que muchas veces le digamos "Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte". Le presentamos nuestra condición miserable de pecadores, pero no por eso desconfiamos de su amor misericordioso, sino que la aplazamos para el momento trascendental de pasar de esta vida a la eternidad.