|
Por María
Feliciano Rosales Hueso
Consagrarse a María, es responder por su medio al proyecto salvífico de Dios
de la mejor manera que nos es posible: En Cristo y por medio de aquélla que
Dios asoció al misterio Salvífico de Jesús como verdadera madre, modelo ,
maestra de fidelidad en el servicio, en la escucha, en la aceptación y en el
cumplimiento de la misión que Dios quería encomendarle.
Ilusión sería querer corresponder vitalmente y con gran perfección al proyecto salvífico de Dios confiando en nuestras propias fuerzas. Dios mismo
ha querido, para nuestro bien, ponernos bajo la protección de María, y dárnosla por madre encomendado a ella los tesoros de la gracia y la salvación.
Fuente: christusrex.org
|
|