El que ama a María aborrece el pecado
Padre
Pablo José María Frassinetti
El primer compromiso de la persona amante es de no causar disgustos a la persona
amada. Así que quien ama a María, debe sobre todo comprometerse en no disgustar a María.
Es totalmente cierto que lo único que le disgusta a ella es lo único que disgusta a Dios, o sea el pecado.
Si nos guardamos en lo posible limpios y ajenos al pecado, eliminaremos de nuestro ser todo lo que disgusta a María.
Para guardarnos limpios y ajenos al pecado es necesario odiar el pecado.
Quien no aborrece el pecado, no puede vivir libre del mismo: ya que debido a nuestra tan fuerte inclinación al pecado, solamente el odio y un odio muy fuerte al pecado, puede librarnos de caer en el mismo.
De esa forma podrá decirse realmente que nosotros AMAMOS A MARÍA
Padre Jose Frassinetti, "Amemos a María"
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